La delegada del Gobierno, Teresa Palmer, con el coronel de la Guardia Civil, Jaume Barceló. | Alejandro Sepúlveda

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Al día siguiente de que Ultima Hora adelantara en primicia que el juez Penalva y el fiscal Subirán llevarán pistola, la delegada del Gobierno ha calificado de «inadmisible» el «tono amenazante» empleado por los dos juristas en sus alegaciones para conseguir las armas.

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En un comunicado emitido este viernes, la delegación del Gobierno recordó que en un primer momento el juez y el fiscal solicitaron la licencia de armas de Primera Categoría (tipo B, pistolas y revólveres) alegando «motivos profesionales, mi seguridad personal», y que en octubre de 2015 Teresa Palmer informó desfavorablemente porque no se había acreditado «la concurrencia de un riesgo especial, concreto y personalizado». Los dos interesados recurrieron la decisión y en noviembre presentaron sendas alegaciones, cuyo tono sentó muy mal a Palmer y su equipo.

Tras recibir estos escritos, la delegación recibió un nuevo informe de la Guardia Civil, que justificaba la concesión de las licencias de armas por un «supuesto riesgo de amenaza concreta conformada por diversos episodios contemporáneos». La delegación matizó este viernes que esa «motivación» debería haber sido expuesta en su primera alegación por el juez y el fiscal. Palmer, entonces, dio el visto bueno y la decisión final recayó en la Dirección General de la Guardia Civil, que ahora ha autorizado que Penalva y Subirán vayan armados.