El Mini Cooper blanco apareció calcinado en el aparcamiento la madrugada del martes. | Juan Jiménez

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Un repartidor iba a depositar la prensa en una finca de la calle Cecilio Metelo de Palma y se percató de la humareda que salía del párking. Pasaban las dos y media de la madrugada del martes cuando un Mini Cooper blanco del garaje subterráneo del edificio ardía. Bombers de Palma y la Policía Local y Nacional acudieron a sofocar las llamas y desalojaron a los 54 vecinos que residen en el inmueble. El coche que ardió, propiedad de Carmen Colom, estaba estacionado junto a los dos vehículos donde acostumbra a aparcar el juez que investiga el caso de la corrupción policial, Manuel Penalva. La policía está realizando gestiones para aclarar si el fuego fue fortuito, provocado por el propio motor del automóvil, o bien intencionado.

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El juez de Instrucción número 12 de Palma ha denunciado amenazas, solicitó que le concedieran la licencia para poder llevar armas y se la autorizaron. El fiscal Anticorrupción de la causa, Miguel Ángel Subirán, también alertó de que habían forzado las persianas de su casa, el robo de una motocicleta y pinchazos en las ruedas de su coche.

Carmen Colom, la dueña del Mini calcinado, ni siquiera vive en la finca donde se incendió su vehículo. Una amiga le cedió el párking porque no lo utilizaba. Ella se mudó a un piso próximo hace cuatro meses. Colom explicó que el Mini estuvo parado desde las once de la mañana del martes. Acompañó a su hijo a una analítica por la mañana y no lo volvió a coger. «Es nuevo, tiene tres años y medio y nunca ha tenido ningún fallo. No entiendo esto», señaló.