Tres agentes del Servicio de Información en el registro del piso de Palma, llevado a cabo el lunes. | OPC

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Los tres georgianos detenidos en la operación de la Guardia Civil contra la mafia del contrabando de alcohol, tabaco y fármacos de países del Este, controlaban desde Palma el negocio y planificaban la distribución de las mercancías a nivel europeo.

Se trata de un hombre, su hijo y un tercer varón, que este martes seguían retenidos en los calabozos de la Comandancia palmesana. Este miércoles está previsto que un avión de la Benemérita, llegado ex profeso desde Madrid, los recoja en Son Sant Joan y los traslade a la Audiencia Nacional, donde prestarán declaración en el juzgado Central de Instrucción número 6.

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La investigación de meses del Servicio de Información de la Guardia Civil ha permitido constatar que el piso de Palma de los sospechosos era, en realidad, el centro intelectual desde donde se planificaba el contrabando a nivel europeo.

La operación Chivo se ha llevado a cabo en colaboración con Europol y se ha saldado con seis detenciones en Palma y Málaga, así como cuatro en la República Checa. Hay, además, tres órdenes europeas de detención que se han cursado. La mercancía que la banda conseguía en Rusia, Rumanía, Moldavia, Bulgaria y otros países del Este era almacenada en polígonos industriales de Bélgica, lo que les permitía disponer de forma permanente de un stock para los compradores.