La madre de Nadia, a su llegada a Palma. | Redacción Sucesos

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En 2009 unos análisis a una muestra capilar que supuestamente pertenecía a Nadia Nerea desvelaron que padecía un grado leve de tricotiodistrofia. Un diagnóstico muy distinto al que sostiene el padre de la menor, Fernando Blanco, que desde 2008 alertaba de que podía morir si no recibía tratamiento urgente.

La información, desvelada este miércoles por el diario La Vanguardia, apunta a que los cabellos supuestamente de Nadia llegaron al hospital Clínic de Barcelona en un sobre: «Creo que lo envió la agencia Efe», recordó el doctor Joan Ferrando.

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La carta llegó desde Mallorca y tras el análisis capilar se determinó que la menor padecía tricotiodistrofia, en un grado leve. El especialista se ofreció a tratar a la niña, pero no obtuvo respuesta de los padres.

El primer parte médico de Nadia data de junio de 2005, cuando la menor tenía unos meses de vida. En un reconocimiento realizado en el hospital palmesano de Son Llàtzer le detectaron un «síndrome de índole genético». En los años siguientes los padres la llevaron seis veces hasta centros hospitalarios y en uno de los informes se especifica que la paciente no precisaba «tratamiento farmacológico específico».