El director de primaria de Montesion, Pere Vila, en uno de los pasos de cebra conflictivos. | Alejandro Sepúlveda

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Calles largas y estrechas con cuestas pronunciadas. Estas características, sumadas a la alta velocidad que alcanzan los coches que circulan por los alrededores, convierten la zona de los colegios de Son Rapinya en un área de alto riesgo para la seguridad de los peatones, la mayoría escolares. Especialmente, para los alumnos de Montesión, La Salle y Madre Alberta. Una alumna de este último centro fue atropellada el miércoles por un taxista que circulaba por una de las cuestas de la calle Miquel Lladó.

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Vecinos, profesores y padres de alumnos de los centros denuncian el peligro que corren los alumnos que caminan cada día por esa zona y aunque reconocen que la Policía Local gestiona el tráfico de manera eficiente en las horas puntas, reclaman más presencia en los horas lectivas.

Pere Vila es el jefe de estudios de primaria del colegio Montesion. Conmocionado por el suceso ocurrido el miércoles, recorrió este jueves junto a Ultima Hora algunas de las calles más peligrosas del barrio (camí dels reis, carrer d’Andalusia o camí de Son Rapinya) con la intención de denunciar la gran velocidad a la que circulan los coches, así como la poca cantidad de badenes encargados de frenar a los vehículos que transitan a gran velocidad por la zona.