La pelea se produjo en el Paseo Marítimo de Palma, y una cámara grabó cómo atendían al herido. | Ultima Hora

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Manuel V., de 40 años, se encuentra ingresado en muerte cerebral en el hospital de Son Espases tras haber sufrido una brutal paliza en el Passeig Marítim de Palma.

Según la denuncia interpuesta ante el Cuerpo Nacional de Policía por sus familiares, entre las 2.45 y las 3.15 horas de la madrugada del pasado 16 de julio, la denunciante se encontraba en la terraza del pub La Bolsa cuando salió del interior del local su sobrino de 16 años diciendo que le querían pegar y justo tras él un grupo de unos diez individuos que no paraban de vociferar y gritar que le iban a matar. Fue en ese instante cuando la víctima y su mujer dijeron que se marchaban, que no querían tener problemas con nadie y abandonaron el lugar.

Relato de los hechos

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«Si bien nada más intentar cruzar la carretera, éste grupo, empezó uno de ellos de complexión obeso a arrancarse la camiseta y a dirigirse hacia ellos gritando: Vamos a matarlos, vamos a matar al payo, repitiendo estas palabras en reiteradas ocasiones», reza en el escrito de acusación.

El relato de la parte denunciantes es demoledor. «De repente todos ellos que ya portaban botellas en sus manos empezaron a romper las mismas contra la cabeza de mi marido y del sobrino, llegando a fracturarse las misma contra la cabeza, utilizándolas para lesionar con ellas la espalda de Manuel y en la zona abdominal en su lado derecho».

Por su parte, también destacan que su sobrino, de 16 años, «También sufrió cortes con las botellas en el brazo izquierdo. Además fueron golpeados con mucha violencia por todos ellos con patadas y puñetazos, recibiendo también la dicente cuando intentó quitar a los agresores de encima de su marido. En el transcurso de la agresión, uno de ellos le propinó una fuerte patada en el pecho que le hizo empezar a sangrar abundantemente por la nariz y caer de rodillas al suelo y de ahí de lado al suelo entrando en parada cardiorespiratoria», apunta la mujer del herido.

En la denuncia también se especifica que mientras que estaba en el suelo, la mujer no hacía más que pedir que dejaran de pegarle, que le iban a matar, pero sin embargo los agresores siguieron ensañándose con él durante unos dos minutos hasta que escucharon el ruido de las sirenas. Además le robaron la cartera, tarjetas bancarias, unos 800 euros y un móvil. Hasta la fecha, la principal hipótesis del Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía es que la víctima sufrió una parada cardiorrespiratoria y que las lesiones que presenta fueron motivadas por las técnicas de reanimación cardiorrespiratorias (RCP) que le practicaron los equipos de emergencia que atendieron a la víctima en el lugar de la agresión.