El acusado tenía una orden de alejamiento, que le impedía estar en Magaluf. | M. À. Cañellas

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Este martes arranca el tercer juicio por el ‘caso Cursach. La Fiscalía reclama tres años de prisión para un empresario de Magaluf por amenazar a uno de los testigos de la causa. En concreto se le acusa de decir a uno de ellos: «No sabéis la que habéis montado, esto no te va a salir gratis».

A raíz de ese primer incidente, según el relato de la Fiscalía, se impusieron medidas cautelares al acusado para que no se pusiera en contacto con estos testigos, empresarios de Magaluf competencia del Grupo Cursach. Según sostiene la acusación, hasta en cinco ocasiones el acusado vulneró esas prohibiciones, primero de comunicación y luego órdenes de alejamiento que le impedían entrar en Palmanova y Magaluf. El acusado se encuentra en prisión preventiva tras ser sorprendido en un hotel de estos núcleos.

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El testigo que ha denunciado estos hechos acusa al sospechoso de organizarse junto a su socio para acosarle de forma sistemática. Así, sostiene este empresario que el encausado y su socio han utilizado a sus tiqueteros y que les ha visto en varias ocasiones pasar por delante de su negocio. En una de esas veces, el testigo afirma que el acusado le hizo gestos de que le estaba vigilando. El último de esos encuentros se habría producido en junio cuando el acusado iba en su coche e hizo un gesto amenazante a través de la ventanilla al testigo.

Junto a la pena de prisión, el ministerio público reclama una multa de 54.000 euros. Esta será la primera ocasión en la que llegan a juicio hechos relacionados con Calvià.