El hombre de 36 años y nacionalidad española ingresado en el Hospital Can Misses por consumo de drogas sigue en estado crítico en la UCI, según ha informado el Área de Salud de Ibiza y Formentera.
Según informaron ayer fuentes del Área de Salud de Ibiza y Formentera, el joven fue trasladado por una ambulancia del 061 desde la discoteca DC-10 tras sufrir un colapso.
Los servicios médicos estuvieron más de una hora realizando ejercicios de reanimación al joven de nacionalidad española y residente en la isla.
La víctima ingresó a las 4.34 horas del martes en el centro hospitalario donde permanece en estado crítico. En los análisis realizados el joven dio positivo por anfetaminas y metanfetaminas.
Precedente mortal
El caso de este hombre tiene un precedente fatal que se remonta al pasado 24 de julio cuando una joven de 30 años falleció en el hospital de Can Misses después de haber ingresado 72 horas antes en coma, intoxicada por la ingesta de MDMA y GHB (éxtasis y éxtasis líquido).
La víctima, de nacionalidad sudafricana, formaba parte de la tripulación de un barco. La joven sufrió un primer colapso mientras se encontraba en el interior de la discoteca junto a otros compañeros. Según informaron fuentes de la Guardia Civil, una empleada de la limpieza encontró a la mujer en el baño desorientada y la trasladó a la enfermería de la discoteca. Allí recibió una primera asistencia médica de urgencia.
Ante la gravedad de la situación, una ambulancia del 061 evacuó a la joven hasta el hospital de Can Misses, donde ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos en estado de coma.
La mujer estuvo 24 horas en estado crítico y falleció tras permanecer 48 horas en estado de muerte cerebral.
La Policía Judicial de la Guardia Civil detuvo al joven de 30 años y nacionalidad italiana que había vendido en la Marina las dosis de éxtasis que tomó la joven, sustancias que le causaron la muerte.
El detenido, que trabajaba como ‘tiquetero', se encuentra en prisión provisional por estos hechos.
10 comentarios
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Creo que a estas personas no deberían llevarlas a Can Misses, pues al final puede acabar convirtiéndose en un zoológico. Debería haber un centro privado para borrachos y drogatas, pagándolo ellos de su bolsillo. Un hospital es algo serio, para personas que lo necesitan de verdad.
Queramos o no ibiza es eso para muchos guau la fiesta y es así de triste y gracias también a los beach clubs, que cuando quitaron los after se convirtieron en eso pero camuflado. A todos estos empresarios de la noche les invito a darse una vuelta por playa den bossa por la tarde y ver como esta juventud zombie deanbula buscando la fiesta. También me gustaría saber que opinan si tienen niños jóvenes y lo que se vende. A mí personalmente me revuelve el estómago ver como está la isla sin rumbo y desmadre, apoyado por no haber normas que regulen nada y seguirá el degrado de la isla, una pena.
Yo a los 36 años llevaba 20 trabajando para ayudar a mi madre que quedó viuda muy joven. Se necesita ser estúpidos para llegar a estos extremos. Le deseo que se recupere totalmente y empiece una vida mejor.
A nadie por norma general le obligan a consumir drogas todo esta subcultura de la noche y la fiesta solo hace que provocar desgracias y saturar los servicios de sanidad pública hartos estamos del descontrol y la tolerancia extrema que hay en la isla como persona no me alegro pero como ciudadana ..no quiero ni pensar si coge el volante ese local es famoso por episodios de este tipo desde hace años y no podemos ni ir al parque natural ciertos dias para no encontrarnos con semejante zarria de gente
Antes de cumplir esa edad ya debería ser un hombre hecho y derecho. No me extraña que los diarios hablen de jóvenes de 36 y 40 años, querrán decir inmaduros, como en el caso de este suceso.
Con 36 tacos ya toca saber qué se puede meter uno
Respeto por una familia destrozada ma al mismo tiempo ninguna pena por alguien que se busca esta situación . Controles serios y cerrar los locales donde suceden estos episodios , son responsables subsidiario de estas situaciones , cerrarlos y denunciarlos penalmente,
Un poco de presión a las discotecas...redadas cada semana...
Un jove? Amb 36 anys ja no crec que es puga parlar d'un jove. Un immadur, sí, per suposat!
Estas asistencias no tendrían que entrar por la sanidad pública, a can Vilàs y los costes los pague él o algún familiar. Tiene 36 años, sabía lo que hacía perfectamente.