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La Guardia Civil, a través del Seprona y conjuntamente con Agentes de Medio Ambiente del Govern, ha investigado a dos hombres, padre e hijo, como presuntos autores de un delito relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos y otro delito contra la salud pública (cultivo y elaboración de droga).

Los hechos se remontan al pasado mes de junio, cuando agentes de Medio Ambiente encontraron en la Serra de Tramuntana un milano muerto y restos de una tórtola que había servido de comida a la rapaz, según informa la dirección general de la Guardia Civil en Baleares.

Tras realizar una necropsia al ave, se determinó que había muerto por ingestión de veneno colocado en los restos de la tórtola.

Inmediatamente dieron aviso al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, que inició una investigación para el esclarecimiento de los hechos.

UNA CASETA DE APEROS EN UNA FINCA DE CAPDEPERA

Tras numerosas averiguaciones, los guardias civiles apoyados por un perro adiestrado en la detección de veneno, llevaron a cabo la inspección de una finca rural localizada en el término municipal de Capdepera, donde tenían fundadas sospechas de la existencia del veneno.

Así, durante la inspección localizaron en una caseta de aperos un bote de cristal que contenía veneno y en el vehículo de los investigados, una bolsa con 6 cebos preparados para su colocación, que consistían en trozos de sobrasada con veneno.

La sustancia conocida como Aldicarb (carbofurano), es un pesticida, tóxico muy potente, el cual tiene prohibida su venta y uso desde el año 2007 en toda la UE.

Los investigados, supuestamente, preparaban cebos envenados con restos de tórtolas, carne o sobrasada, con la intención de colocarlos en zonas que sobrevuelan aves rapaces con la intención de darles muerte.

En el transcurso de la inspección de la finca los agentes hallaron una plantación de 'marihuana' compuesta por media docena de plantas a punto de cosechar y 4,5 kilos de cogollos secos de la misma sustancia ya recolectados.