Los hechos se han juzgado este jueves en el Penal número 3 de Jaén. El hombre se ha sentado en el banquillo acusado de un delito leve por lesiones de menor gravedad y un delito de maltrato. No se ha sentado solo, ya que su hermana y tía del menor, también está acusada de un delito leve por lesiones de menor gravedad por el que se le reclama 60 euros de multa.
Los hechos enjuiciados se remontan al 10 de julio de 2015, en un parque público de Segura de la Sierra (Jaén). Todo comenzó por una tarjeta de móvil que el menor en cuestión no devolvió a su primo en el momento en el que éste se la pidió. Su tía estaba presente y, según el menor, le propinó un bofetón y le agarró por el brazo ocasionándole «arañazos» por supuestamente no querer devolverle la tarjeta a su primo.
Cuando el menor llegó a su casa, y siempre según su declaración en el juicio, el padre le propinó «un tortazo» y le ordenó que cogiera el autobús y volviera con su madre, ya que sus progenitores están separados.
Fue la madre del menor la que interpuso la correspondiente denuncia al ver llegar a su hijo «con la cara hinchada» y con arañazos «con sangre» en el brazo. La madre llevó a su hijo al médico y con el parte de lesiones interpuso la denuncia.
La tía ha declarado que ella no le pegó y que se limitó a regañarle por no querer devolver la tarjeta a su primo y a decirle que se marchara a casa a hablar con su padre ya que ella previamente se lo había contado todo por teléfono.
El padre también ha declarado en el juicio que se limitó a reñirle, pero que «no le puse una mano encima». Ha señalado que era habitual que su hijo quisiera estar con él o con su madre en función de cómo le fuera en cada momento con cada uno de ellos.
El Ministerio Fiscal, que ha rebajado su petición de pena inicial de siete a tres meses de prisión, ha apuntado que «la insubordinación» del menor «se corrió de una manera excesiva» y se ha apoyado en el parte de lesiones para acusar tanto al padre como la tía.
La acusación particular ha hablado de «castigo desproporcionado», mientras que las defensas han pedido la libre absolución por considerar que el menor padece el «síndrome del emperador» o del niño tirano que busca dominar a sus progenitores.
7 comentarios
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Si hubiera sido al revés, el padre hubiera tenido que soportar la bofetada y el niño se hubiera ido de rositas. Vaya lumbrera el que elaboró la Ley del Menor!
Del maltrato a la corrección hay un abismo. A ver si aprenden del Juez de Granada.
¿Pues entonces a este otro violento, que pegó a su hijo delante miles de espectadores, también tendrán que meterlo en la cárcel, verdad? ¿O este no, porque es amigo de los fiscales y jueces? Vaya país... https://www.youtube.com/watch?v=kJkpdWThiOk
Yo con 20 no le podia toser a la cara a mi padre , gracias a su educación soy una persona de bien , ingeniero , padre y cabeza de familia de dos hermosos hijos y una gran mujer
Es penoso leer este tipo de noticias. Cuanto más proteccionismo peor van las cosas. Con 16 años ya es mayorcito el niño. La próxima vez que lo monté en el coche y lo acompañe a la policía porque el niño no quiere darle la tarjeta del teléfono o porque no quiera ir al Instituto o porque no le de la real gana de hacer su habitación. Pero que no lo toque por favor. Así nos va.
Vaya película!!! Cuando un delincuente es toxicomano siempre sirve de atenuante,siempre se ofrecen cursos correctivos que sirven para compensar sus errores ,se les ayuda, así en muchos casos, cuando a un padre se le escapa la mano a veces la justicia es muy dura,por un tortazo lo primero es multa, parece un fin recaudatorio, creo que a nadie de la administración le importa el motivo o que problema hay detrás ...
Y si es el hijo el que le pega al padre, por ser menor sale indemne y a seguir haciendo lo que quiera. Gracias a los políticos y a su ley del menor, los hijos suelen coger caminos erróneos. Como dice un dicho, prefiero que mi hijo llore por un bofetón mio a tiempo para enseñarlo, que no que llore yo por verlo como se haca un desgraciado y verlo como tira su vida a la basura por no darle ese bofetón para enseñarlo a tiempo. Una cosa es darle un bofetón, y otra darle una paliza, ESO JAMAS