Sbert, cubierto y Bartolomé Cursach, en su declaración de finales del mes pasado. | Alejandro Sepúlveda

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Las defensas del ‘caso Cursach’ preparan más munición. Con la instrucción suspendida mientras se resuelve el incidente de recusación planteado por el abogado de Bartolomé Sbert, los abogados han puesto el blanco en posibles nulidades de pruebas. En concreto, hay varias defensas que plantean dudas sobre los reconocimientos fotográficos que se han llevado a cabo en el caso. Esta tesis se alimenta, en parte por el atestado de la Policía Nacional sobre la denuncia falsa de la ‘madame’.

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En ese documento, se comenta el modo en el que la testigo 31 reconoció a un mando policial y se alude a «una práctica anómala procesalmente hablando, al tiempo que muy peligrosa». A la ‘madame’ se le enseñaron únicamente dos fotografías, «ella se decantea por una como podría haberlo hecho por la otra». Añaden: «Por parte de los investigadores y, dado que ha quedado acreditado que la testigo no conocía siquiera al mando, se tiene el convencimiento de que si se hubiera realizado un reconocimiento fotográfico con al menos cinco fotografías, ella no hubiera reconocido al policía y hubiera escogido otra fotografía al azar».

En estos párrafos del atestado, las defensas ven argumentos para cuestionar cómo se han llevado a cabo otras identificaciones en la causa. No es la primera vez que hay polémica en torno a estos reconocimientos, sobre todo de agentes de la Policía Local imputados. En algunas declaraciones de testigos protegidos hubo protestas por las imágenes que se mostraban, por ejemplo, cuando la testigo 31 no identificó de inicio la fotografía del exjefe Antoni Vera, al que implicaba. A esto, las defensas suman casos en los que otros testigos hablan de fotos que les enseñaron cuya presencia cuestionan.