Reproducción de los teléfonos con los mensajes de WhatsApp entre el juez y la testigo protegida.

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Nueva entrega de mensajes de WhatsApp entre la testigo protegida número 31, conocida popularmente como la ‘madame’, y el juez instructor del caso, Manuel Penalva.

La ‘madame’ estaba preocupada por las contradicciones de la agenda manuscrita del burdel, que aportó a la causa como prueba incriminatoria. Se acababa de descubrir que su socia Alicia había muerto en 2012, y que era imposible que hiciera anotaciones posteriores, como ella sostenía. Así que la ‘madame’ cambió de versión. Quiso hacer creer al juez que Alicia no era su socia, sino una prostituta que trabajaba en el burdel y que también escribía en el cuaderno. Esa ‘Alicia’ en realidad no se llamaba así, sino que era su nombre de ‘guerra’.

El 16 de julio, durante ese periodo crítico, la ‘madame’ envió un mensaje al juez: «Mañana los abogados de Madrid dirán como proceder con esto y ver cómo hacer que se invalide la prueba (la agenda). Para que vosotros (Penalva y el fiscal Subirán) no os veáis involucrados en nada y que recaiga en mí la responsabilidad». El magistrado contestó: «No te entiendo. Por favor no hagas nada sin consultar con nosotros».

En la conversación el juez Penalva dio ánimos a la testigo: «Nosotros nos creemos lo de la agenda pero me da miedo que estos hijos de puta (en supuesta referencia a los abogados de la defensa) consigan sembrar la duda sobre su autenticidad y a quien hay que convencer es al tribunal. Cuando quieras y puedas a ver como atamos los cabos sueltos para que no te dejen por mentirosa. La prueba de la tinta parece que no es fiable y la de las letras tenemos que saber seguro de quién se trata si hay otra letra, pero Alicia, tu socia murió en 2012». Seis días después, la ‘madame’ compareció ante el juez, que le tomó declaración. Aclaró en sede judicial que había otra ‘Alicia’, e insistió en incriminar a los políticos del PP y a Cursach.

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Con Moët & Chandon

En la denuncia interpuesta por el letrado Vicente Campaner ante el Tribunal Superior también se recogen unos mensajes de complicidad en los que el magistrado supuestamente propone a la ‘madame’ celebrar con una botella de champagne Moët & Chandon un hito judicial.

La conversación se inició a las 10.17 horas del pasado 16 de julio de 2017, un día antes del juicio a Pere Rosselló Cursach, sobrino de Bartolomé Cursach. La ‘madame’ le comentó al juez que si Rosselló hablaba durante la vista, seguro que «la caga». Acto seguido, Penalva contestó: «Estoy convencido. Cuando acabe pasaros por el despacho para contarme». La ‘madame’ replicó: «Prepara café», a lo que el juez le remachó: «Moët Chandon».

Pere Rosselló fue condenado el 26 de julio por el juzgado penal 1 de Palma a 15 meses de cárcel por obstrucción a la justicia y amenazar a la ‘madame’.