Imagen de archivo de un partido de rugby disputado en Mallorca.

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Un juez de Palma ha impuesto a una mujer 60 días de trabajos comunitarios por agredir en Llucmajor a su exmarido, un corpulento jugador de rugby y vigilante de seguridad. La acusada no podrá acercarse a menos de 100 metros al perjudicado durante un año.

Los hechos se remontan a las nueve de la noche del 6 de noviembre de 2016. El magistrado titular del Juzgado de lo Penal 3 considera probado que la mujer se abalanzó a su expareja tras entregarle al hijo de ambos en Llucmajor. Le arañó y le provocó erosiones en el cuello y en el tórax. El niño presenció la agresión. La víctima renunció a la indemnización que le correspondía por las lesiones.

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El perjudicado contó en el juicio que la mujer se dirigió a él insultándolo por no haberle invitado al cumpleaños de su hijo. La acusada explicó que el hombre se pudo causar las heridas durante un partido de rugby. El juez señala en su sentencia que no se ha aportado ninguna prueba al respecto. «Ni siquiera se le preguntó al perjudicado cuándo fue la última vez que jugó a este deporte».

La víctima aportó dos informes médicos que hacían constar «erosiones en cuello y tórax anterior posiblemente producidas por arañazos».