El campeón ciclista ha concedido una entrevista a Bild en la que reconoce que hace terapia.

TW
2

La amistad entre el ciclista Jan Ullrich y el actor Til Schweiger comenzó a resquebrajarse cuando las drogas hicieron acto de presencia en la vida del primero. Tras el altercado de este fin de semana en Mallorca, que acabó con la detención del ganador de la Tour de Francia de 1997 por entrar en casa de Scheweiger y amenazar a los asistentes a una fiesta, el deportista reconoce el consumo de alcohol y drogas en una entrevista publicada en el diario Bild. «He hecho y tomado cosas que me arrepiento mucho».

Ullrich, que tiene una propiedad en Establiments, arranca la entrevista explicando que la separación con su mujer marca el punto de partida de su declive. «La separación de Sara y la distancia con mis hijos, que no he visto desde Navidad y con los que casi no he hablado, me han llevado a hacer y tomar cosas de las que me arrepiento mucho». Esta versión también la sostiene Scheweiger, amigo de la leyenda del ciclismo, quien cuenta que en este tiempo Ullrich se ha quedado solo y que sus amigos y su mujer han dado todo para ayudarle. En este sentido, apunta que el ciclista sólo tenía contacto con personas que le robaban.

La amistad entre Ullrich y Scheweiger se fue degradando con el tiempo. Vivían muy cerca y hasta sus hijos jugaban juntos. El consumo de sustancias, según el relato del actor, les fue distanciando. El ciclista comenzaba el día tomando cervezas y terminó hasta justificando el consumo de cocaína: «Me dijo que la tomaba con receta porque era menos dañina que las anfetaminas», comparte Scheweiger.

Noticias relacionadas

Asalto y agresión

El incidente de esta pasada semana parece haber dinamitado la amistad entre Ullrich y Scheweiger, aunque la versión de lo que ocurrió en el interior de la propiedad de es diferente según quién la cuenta. Lo que sí es cierto es que, pasara lo que pasara, Ullrich quedó detenido tras saltar la valla y, según el actor, «coger una escoba y atacar a un amigo».

En la entrevista publicada por Bild, recogida por Ultima Hora, Jan Ullrich dice que «hubo combate verbal», pero niega la agresión, quizá «hubo algún toque en el hombro», apunta. A lo largo de la conversación con el periodista, el deportista admite su contacto con las drogas, niega que sea «un adicto», pero asegura que «por el amor de mis hijos estoy en terapia».

Su amigo celebra esta decisión y su aparición en los medios es casi una última llamada de atención para conseguir que Ullrich sea consciente de su problema. «Estaría muy feliz por él [si acudiera a terapia], así como por sus verdaderos amigos o sus hijos que lo aman idolatradamente. Si Jan pide ayuda, soy el primero en ayudarlo».