La sentencia recoge que le agarró de los genitales por encima de la ropa y le dijo: «Soy David el gnomo, maricón con con». El magistrado señala que no ha quedado acreditado que realizara esa acción para satisfacer su deseo sexual. No se pudo constatar durante el juicio ningún otro hecho similar.
Ansiedad
La relación entre el acusado y los padres del adolescente era especialmente mala. El denunciante percibió que se trató de un comportamiento sexual y desde entonces sufre ansiedad, miedo a salir a la calle y agorafobia, lo que ha supuesto un retroceso en su desarrollo. Estuvo en tratamiento psicológico durante ocho meses, desde octubre de 2015 hasta junio del año 2016.
El juez absuelve al hombre de una falta de vejaciones injustas del antiguo Código Penal, pero le sanciona con 7.500 euros en concepto de daño moral. «La intención del acusado pudo ser la de burlarse o, como planteó la perito, de ‘mofarse' del adolescente», indica el fallo, que define el comportamiento de «inadmisible, socialmente despreciable y reprochable sabiendo la dedicación que tiene el acusado en relación con los menores [profesor de repaso]».
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