Los hechos ocurrieron a media mañana. El detenido, un varón con antecedentes, vio la persiana a medio bajar del taller, situado en la calle Valldargent de Ciutat. Los trabajadores habían salido un momento del local. Sin pensárselo entró y se fue directamente a la oficina, con destornillador en mano para intentar hacerse con todo lo que pudiera, a sabiendas de que los trabajadores podrían regresar en cualquier momento. Y regresaron.
Sorprendidos por la escena, los empleados encerraron al asaltante en la oficina. Curiosamente el ladrón empezó a gritar pidiendo ayuda. En ese momento, pasó por la zona un policía local de paisano, que llamó a sus compañeros para proceder a la detención del caco. «Estaba robando, me habéis pillado», le comentó a los agentes el ladrón. Está acusado de un delito leve de hurto.
1 comentario
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No pasa nada, mañana robará en una carniceria o peluqueria o estanco o ferreteria o bar o...........