La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma celebrará este martes una vista por el juicio contra una mujer, de 36 años y nacionalidad nigeriana, por un delito de trata de seres humanos, tras captar, trasladar y explotar sexualmente a una joven de Nigeria, de 25 años, a quien le prometió, primero, que trabajaría en España como camarera.
Según el escrito del fiscal, los hechos ocurrieron a finales de 2016. La acusada, sin antecedentes penales y en situación regular en España, organizó el traslado desde Nigeria de la víctima, acuciada por una precariedad situación económica en su país, a quien se le ofreció la falsa posibilidad de venir a este país para trabajar como camarera.
Una vez que la víctima aceptó el traslado para trabajar como camarera, cuando llegó a Mallorca, la acusada le informó de que había contraído con ella una deuda de 25.000 euros que debía pagar ejerciendo la prostitución en la localidad de Inca.
La perjudicada, que se encontraba en situación precaria y sin conocer el idioma castellano o catalán, se vio obligada a acceder a ejercer la prostitución desde finales de octubre de 2016 hasta enero de 2017.
Fue, finalmente un cliente quien informó al Cuerpo Nacional de Policía la situación de la víctima. Durante esos meses, la perjudicada estaba acompañada por al acusada en todos su desplazamientos. Asimismo, la víctima debía entregarle la totalidad de lo recaudado de su trabajo, unos 1.800 euros según el escrito, a la acusada. Además, se constata que la mujer sufrió, en tres ocasiones, agresiones físicas por parte de la acusada.
Así, los hechos narrados constituyen un delito de trata de seres humanos, un delito de prostitución coactiva y un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, por lo que la Fiscalía pide a la acusada la pena de 8 años de prisión y la prohibición de aproximarse a la víctima a una distancia inferior a 500 metros y una indemnización.
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El nuevo gobierno que salga de las elecciones debe firmar convenios con todos los países y que sus súbditos detenidos en nuestro país cumplan las condenas en los suyos, seguro que se les quitarán las ganas e volver a delinquir.