La joven condenada, este jueves en una sala del juzgado de lo Penal número 3 de Palma. | Guillermo Esteban

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Deià Rodríguez Kiernans, la joven que causó un choque mortal cuando conducía bebida y drogada por la calle Manacor a finales de 2017, ha aceptado dos años de cárcel. El joven que iba de copiloto, Marc Morata, amigo de la condenada, falleció tres días después en el hospital. La mujer seguía conduciendo hasta la celebración del juicio.

La acusada, de 27 años, se declaró culpable de un delito de homicidio por imprudencia grave y otro de conducción temeraria, este jueves en el juicio celebrado en una sala del juzgado de lo Penal número 3 de Palma. El juez le prohíbe conducir vehículos a motor durante cuatro años. Un testigo del accidente explicó a la Policía Local que el Seat que conducía la condenada le adelantó a unos «80 o 100 kilómetros por hora». La velocidad máxima permitida en la calle Manacor era entonces de 50 km/h.

Suspendida

La pena de prisión quedó suspendida después de que su abogado, Jaime Campaner, la fiscal y la letrada de la acusación particular llegaran a un acuerdo. La joven, que no fue detenida por estos hechos, no ingresará en la cárcel si no comete ningún delito en los próximos tres años. La acusada y una compañía aseguradora han indemnizado a los familiares de la víctima con 168.846 euros.

El siniestro se produjo sobre las 00.20 horas del 17 de noviembre. Rodríguez Kiernans conducía un Seat Ibiza rojo, acompañada por Marc Morata, por la calle Manacor de Palma. Circulaba bajo los efectos del alcohol y las drogas, a gran velocidad, realizando cambios bruscos y repentinos de carril.

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A la altura del número 82, la conductora perdió el control del vehículo y chocó contra un poste. El coche salió despedido por los aires hasta que se estrelló con una palmera. El Seat Ibiza quedó en los carriles del sentido contrario a la circulación.

Los vecinos escucharon un estruendo, se asomaron a la calle y bajaron para interesarse por lo sucedido. Los servicios de emergencia recibieron numerosas llamadas y acudieron a los pocos minutos.

Cannabis y opiáceos

La conductora había salido del vehículo cuando llegaron las primeras dotaciones de bomberos, ambulancias y policía. Tenía contusiones, pero su estado no era grave. Deià Rodríguez Kiernans casi cuadruplicó la tasa de alcoholemia, arrojó 1,77 gramos de alcohol por litro de sangre. También dio positivo en cannabis y opiáceos.

El copiloto, de 26 años, se encontraba atrapado en su asiento. Los bomberos lo rescataron y una ambulancia lo trasladó a Son Espases. Marc Morata murió el 20 de noviembre a causa de las graves heridas.