Al menos siete personas murieron, un mismo número fueron rescatadas y se teme que decenas permanezcan aún bajo los escombros de un edificio de viviendas que se derrumbó este martes en la ciudad de Bombay, en el oeste de la India.
El edificio de cuatro pisos de altura se desplomó hacia las 11.40 hora local (06.10 GMT) en el barrio de Dongri de la congestionada ciudad, en plena temporada de monzón, informó en un comunicado el Departamento de Gestión de Desastres de la metrópoli india.
Por el momento los equipos de rescate han recuperado bajo los escombros los cadáveres de siete personas, mientras que otras siete, incluido un niño, fueron rescatadas con vida, según la nota.
El niño ha sido ya dado de alta, reveló el Departamento de Gestión de Desastres, que había informado antes de «entre 40 y 50 personas» atrapadas, por lo que se espera que el número de víctimas continúe subiendo a medida que avancen las labores de rescate.
Varias ambulancias y equipos de gestión de desastres han sido desplazados a la zona del accidente, donde una larga cadena humana se afanaba por desplazar los escombros a mano por los callejones del barrio.
Imran Gariba, que vive en un edificio al lado del inmueble siniestrado, explicó a Efe que hacia el mediodía su mujer escuchó un «fuerte estruendo» y cuando se asomaron a la terraza vieron cómo la conocida como mansión Kesarbai se había derrumbado.
«El edificio tiene al menos 40 ó 50 años, quizá más. Entre 15 y 18 familias vivían en él. (...) Vimos cómo sacaban a dos niños. Una joven, que es familiar nuestra, murió», afirmó Gariba, mientras la televisión de su casa mostraba lo que sucedía unos metros más abajo.
Según Gariba, los equipos de rescate llegaron una media hora después del derrumbe y hasta entonces eran los vecinos los que se afanaban por retirar los escombros en busca de supervivientes.
«Mis condolencias a las familias de aquellos que perdieron la vida. Espero que los heridos se recuperen pronto», escribió en su cuenta de Twitter el primer ministro indio, Narendra Modi.
Los incendios y derrumbes de edificios son frecuentes en la India, a menudo debido al precario estado de las infraestructuras y a la falta de mantenimiento, factores alimentados por la corrupción y las prácticas ilegales en el sector de la construcción.
Además, la época del monzón acentúa la posibilidad de derrumbes al afectar la lluvia las estructuras de los inmuebles.
Hace dos días, el derrumbe de un edificio en el estado norteño de Himachal Pradesh provocado por las fuertes lluvias dejó al menos 12 víctimas mortales y 30 heridos.
Además, la semana pasada las lluvias torrenciales en el estado de Maharashtra, del que Bombay es capital, causaron la muerte de al menos 23 personas, 14 de ellas por el derrumbe de un muro en una área de chabolas en la metrópolis india.
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