El acusado, condenado a trece años de cárcel por abusos sexuales a su hija. | Pilar Pellicer

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Un hombre ha sido condenado a 13 años de cárcel por compartir los vídeos sexuales que se grababa con su hija menor de edad en Palma. El acusado se ha declarado culpable este lunes en un juicio celebrado en la Sección Primera de la Audiencia Provincial y ha aceptado la prohibición de comunicarse o acercarse a su hija durante cuatro años, 10 de libertad vigilada y la obligación de participar en programas formativos de educación sexual.

El procesado, de 57 años de edad y nacionalidad boliviana, ha reconocido que se grabó manteniendo relaciones sexuales con su hija en varias ocasiones desde mediados de 2016 a 2017, cuando ella tenía 17. Según recoge la Fiscalía en su escrito, el acusado le explicaba a su hija que esas relaciones le servirían de práctica en el futuro. El hombre le indicaba las posturas que debía adoptar y le insistía en que era una cosa habitual que los padres tuvieran sexo con sus hijas y que no era ningún delito.

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El hombre, que se encuentra en prisión desde septiembre de 2018, fue detenido por la Policía Nacional tras unas pesquisas iniciadas por el Grupo de Investigación Tecnológica en agosto de 2016. Los agentes detectaron que había creado un perfil de Facebook y compartió cinco imágenes de pornografía infantil.

Los policías identificaron al pederasta en noviembre de 2017 e irrumpieron en su vivienda, situada en Palma, para llevar a cabo un registro en el que encontraron un elevado número de archivos informáticos de contenido pedófilo. Los investigadores comprobaron que había creado grupos de WhatsApp con 163 participantes para el intercambio de archivos de pornografía infantil.

La Fiscalía solicitaba en un principio una condena de 19 años de cárcel para el acusado, pero hoy en el juicio ha llegado a un acuerdo con la defensa y ha rebajado su petición de pena. Un tribunal de la Audiencia Provincial ha impuesto al hombre seis años de cárcel por el delito de utilización de menores para la elaboración de material pornográfico, dos años por distribución de pornografía infantil y cinco por abusos sexuales continuados.