Otro aportó matices muy diferentes y habló de una «enfermiza obsesión» en las pesquisas que llevaron a dar por buenos testimonios muy discutibles y a prácticas dudosas con testigos. De esa obcecación hace partícipes en primer término al juez Manuel Penalva, al fiscal Miguel Ángel Subirán y a otro de los agentes del grupo. Más tarde, señaló que participó el inspector, sobre todo después de que elaborara dos polémicos informes en la causa.
El antiguo subinspector del grupo, representado por el abogado Pedro Horrach, sólo contestó a su defensa. Se ratificó en una declaración que ya hizo ante los inspectores de la Policía Nacional a cargo de la investigación pero que no ha sido incorporada por el momento a las actuaciones judiciales. Puso de manifiesto que informó en varias ocasiones por escrito para advertir de esas malas praxis y del trato dado a testigos poco creíbles, además de que se opuso a algunas detenciones.
Los otros tres investigados respondieron a la jueza instructora, Carmen Abrines, a los dos fiscales de Madrid desplazados para el interrogatorio y a sus defensas, pero no a la veintena de abogados que ejercen distintas acusaciones particulares de parte de investigados en el macro proceso.
El inspector jefe del grupo relató que la investigación se realizó con pocos medios y que eso forzaba jornadas de hasta doce horas y una gran tensión. Negó haber filtrado informes y desligó sus conversaciones con una periodista de este asunto. También dijo que tenían sospechas de que alguien entraba en las dependencias del grupo y que en ese clima de desconfianza llegó a colocar grabadoras en dependencias policiales.
Su compañera acotó mucho su participación en la causa ya que, cuando se registran las conversaciones de Whatsapp, estaba en Madrid. Sí que dijo que unos documentos internos en los que se marcaban los objetivos de cada detención fueron compartidos con juez y fiscal. Las acusaciones solicitaron medidas cautelares para que se prohíba a los policías contactar con testigos. La Fiscalía se opuso. Tras este trámite, la jueza pedirá a las partes que se pronuncien sobre una posible imputación de Penalva y Subirán ante el TSJB.
4 comentarios
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La pregunta del millón, esas formas y obsesiones, fueron un caso aislado o hubo otros similares?
Investigadores investigados, fiscales defendiendo a investigados...
Esto es una vergüenza, como podemos creer en jueces y fiscales, si luego están defendiendo lo mismo como abogados, están tirando lo que ellos no defendieron, ahora toca chupar de la teta. Lamentable desgraciadamente esto ya sucedió con los Albertos, Conde y cía, incluso con Botín que fue indultado y sus camaradas. Cuando hay gente con cajones para enfrentarse a la corrupción, es un peligro, porque hay tantos intereses ocultos debajo de la sotana que ni las cloacas puede absorber, pero a ti te exprimen hasta dejarte sin aliento, lo que produce la reversión y la muerte natural por asfixia del Estado de Derecho que se contamina con el expureo vil metal. Nada tiene valor, sino con el cristal que se mira e interesa, los honestos son ladrones y los ladrones son los honestos, porque el dinero lo tapa todo y a cualquier precio desgraciadamente, que no digan historia y nos cuenten milongas, algo que he tenido que soportar durante años. Poder -dinero y justicia, no se llevan bien.
Creo que más bien ha sido la impotencia de saber que tienes a un culpable de cosas, pero ante la falta de pruebas, las creas, aunque estas sean otras causas ,inventadas o exageradas. Nadie es un santo y se han hecho las cosas mal, por que han salido afectadas personas que no tenían nada que ver..No se midieron las consecuencias. Es la opinión de la calle.