TW
1

Una macrofiesta en la favela de Paraisópolis, una de las mayores de Sao Paulo, acabó este domingo en tragedia después de que al menos nueve personas murieran aplastadas durante un operativo policial.

La avalancha, según la versión de la policía, se produjo después de que los agentes se adentraran en un «baile funk», en el que participaban más de 5.000 personas, en busca de dos sospechosos que se habían escondido entre la multitud tras disparar contra los uniformados durante una persecución.

La policía, precisó, fue recibida con botellazos y piedras y respondió lanzando gas lacrimógeno y balas de gomas para preservar la seguridad de los agentes, lo que provocó la muerte de al menos nueve personas pisoteadas.

El portavoz de la Policía Militar (PM) de Sao Paulo, Emerson Massera, explicó en una rueda de prensa que la estampida comenzó «cuando los delincuentes entraron entre la multitud, incluso efectuando disparos contra los policías».

«Los delincuentes utilizaron a las personas como un escudo humano para impedir la persecución policial. Cuando la policía llegó, las personas fueron en dirección de los policías y la actuación de los agentes fue para protegerse a sí mismos», aclaró el teniente.

La confusión provocó la muerte de nueve personas, entre ellos una mujer y ocho hombres, de los cuales uno tenía 14 años, según confirmó la policía, que cifró en dos el número de heridos, pese que a inicialmente había informado de siete. Según las primeras investigaciones, uno de los heridos recibió un impacto de bala, pero la policía niega el uso de armas de fuego durante la intervención.

Asimismo, algunos de los jóvenes que participaban en la fiesta relataron agresiones por parte de los agentes, entre ellos una mujer que contó a la televisión Globo que fue golpeada con una botella y una porra cuando intentaba huir. La Asociación de Vecinos de Sao Paulo denunció la acción policial, pidió el fin de la violencia y exigió justicia para «castigar a los culpables».

«Esta madrugada, jóvenes fueron acorralados en callejuelas y fueron llevados de camino a la muerte, y quien debería de proteger está generando más violencia», señaló la Asociación de Vecinos de Paraisópolis en un comunicado a través de sus redes sociales.

Tras las denuncias, el portavoz de la policía explicó que será abierta una investigación interna en la corporación para verificar si hubo algún exceso por parte de la policía durante el operativo en Paraisópolis, una enorme favela donde viven más de 55.000 personas y que colinda con uno de los barrios más ricos de la capital paulista.

«Es pronto para decir que hubo una falla por parte de la Policía Militar, porque quien provocó eso fueron los delincuentes», recalcó Massera.

El gobernador del estado de Sao Paulo, Joao Doria, por su parte, lamentó la tragedia y determinó una «investigación rigurosa de los hechos para esclarecer cuáles fueron las circunstancias y la responsabilidad de ese triste episodio».

Los bailes de funk «carioca» -un estilo musical estrechamente vinculado a las favelas de Río de Janeiro- son comunes en las barriadas más pobres de Brasil y cada fin de semana reúnen a miles de jóvenes en diferentes partes del país.

Este tipo de macrofiestas son objeto frecuente de operaciones por parte de la policía, que denuncia que estos bailes son una fachada para la delincuencia y el tráfico de drogas.
«Hay drogas, a las menores les dejan embarazadas, hay sexo, también roban (...)» declaró el comisario de guardia de la Policía Militar, Emiliano da Silva Neto, quien pidió la «unión» de todas las fuerzas de seguridad para «resolver ese problema».

La Asociación de Paraisópolis, por su parte, señaló que los «bailes funk» son un espacio de distracción ante «la falta de oportunidades culturales», «una oportunidad para estar con amigos y divertirse».

«Paraisópolis y las comunidades (favelas) necesitan acciones sociales para enfrentar sus dificultades, más que remediar, necesitamos prevenir», recalcó.