Los hechos que se juzgarán se produjeron en torno a las 01.45 horas del 17 de junio del año 2018. El ministerio público recoge en su escrito que el joven se encontraba en su domicilio celebrando una fiesta en compañía de varios familiares y llamó por teléfono a su novia, que entonces tenía 16 años de edad, para que acudiera.
La chica se presentó en la vivienda y el procesado la condujo hasta su dormitorio. Una vez allí, le pidió que se desnudara, pero ella se negó y comenzó a golpearla obligándole a que lo hiciera. El acusado, siempre según la Fiscalía, le dijo que si no lo hacía ella la desnudaría él mismo.
A continuación, el procesado le golpeó en diversas partes del cuerpo hasta que finalmente y pese a la oposición de la menor, quien le pedía que parara, la forzó. El agresor también la intimidó diciéndole que le iba a pegar y que era suya. La adolescente consiguió abandonar el domicilio, pero cuando se iba el joven le manifestó que si le denunciaba iría a la cárcel, pero saldría y ella tendría que esconderse en Mallorca «porque si te encuentro te mato y tú ya me conoces». Como consecuencia de la agresión, la víctima sufrió heridas de carácter leve en el pómulo izquierdo.
El día 18 de junio se dictó una orden de protección. La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un total de tres delitos: agresión sexual, maltrato y amenazas. Por el primero solicita 10 años de prisión y por los otros dos reclama la pena de un año. También pide que prohÍban al acusado comunicarse o acercarse a la perjudicada, a menos de 500 metros, durante 15 años.
