Cursach y su esposa, con mascarillas, ayer en los juzgados de Vía Alemania junto a su abogado Enrique Molina. Fotos: ALEJANDRO SEPÚLVEDA

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Abogados del caso Cursach' piden que se investigue si el exfiscal Miguel Ángel Subirán, jubilado forzosamente la semana pasada por incapacidad, lleva días llamando a testigos de la causa para supuestamente presionarlos.

Los letrados sospechan que en pocos días Subirán ha podido contactar telefónicamente con ocho empresarios, que en su día colaboraron con la Justicia y declararon contra el magnate de la noche, y con dos policías, también testigos de la macro investigación. El lunes de la semana pasada, horas antes de que trascendiera que el Ministerio de Justicia había jubilado a Subirán, el exfiscal llamó al menos a gerentes de negocios nocturnos.

Grabado

Uno de ellos, muy conocido por su cargo actual, le dio largas porque sabía que lo estaba grabando y consiguió colgarle el teléfono con la excusa de que tenía trabajo. El otro, también consciente de que Subirán suele grabar todas las conversaciones, registró toda la charla. El exacusador público quería que le dijeran si habían sufrido presiones o coacciones por sus declaraciones contra Cursach. Además de estos dos casos acreditados, habría casi una decena más. En las conversaciones parece ser que no deja muy claro si llama en calidad de fiscal o de exacusador.

Ahora, abogados de la causa quieren que el TSJB aclare las circunstancias en las que se están llevando a cabo estas llamadas telefónicas y si constituyen una coacción a los testigos. No es la primera vez que trasciende que Subirán graba a interlocutores. Ya lo hizo con su compañero Eduardo Navarro y con un subinspector del Grupo de Blanqueo de la Policía Nacional.

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Obstrucción a la Justicia

Abogados del ‘caso Cursach' opinan que las llamadas reiteradas de Subirán podrían constituir un delito de obstrucción a la Justicia, que está penado con condenas de 3 hasta 6 meses de cárcel y multa de 6 a 24 meses.

Además, han insistido en que un exfiscal imputado por distintos delitos no puede contactar «de ninguna manera» con testigos de la causa, al margen de la instrucción judicial, y mucho menos presionarles para que digan que no fueron coaccionados para que declararan en su día, al inicio de la macro causa.

«Es un desprecio absoluto del proceso que actúe de esta manera y es, además, un delito, porque ese señor no puede contactar con testigos porque él mismo está imputado», comentó una fuente judicial.

La Fiscalía solicitó ayer medidas cautelares para Cursach y Sbert

Este martes por la mañana Bartolomé Cursach y su exnúmero dos en el grupo empresarial, Bartolomé Sbert, comparecieron en los juzgados de Vía Alemania por una vistilla solicitada por la Fiscalía, para pedir medidas cautelares contra los dos porque ahora no tienen ninguna. La decisión del juez está previsto que se conozca hoy. Cursach llegó acompañado de su mujer y Sbert lo hizo solo. Este último, en cuanto detectó a nuestro fotógrafo en la puerta del juzgado, se tapó el rostro y, molesto, aceleró el paso para pasar el control.