César Román Viruete, conocido como el «rey del cachopo». | Efe

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La Fiscalía pide 15 años de prisión para César Román Viruete, conocido como el «rey del cachopo», como presunto responsable del asesinato de su expareja en 2018, cuyo cuerpo fue hallado desmembrado dentro de una maleta en una nave industrial del barrio madrileño de Usera.

El ministerio fiscal ha presentado su escrito de acusación por los delitos de homicidio y profanación de cadáver con las circunstancias agravantes de parentesco y de cometer los hechos por motivos de género, según informa en un comunicado la Fiscalía de Madrid.

El fiscal cree que el acusado, «con la intención de quitarle la vida o, al menos, representándose dicho resultado, le causó la muerte» a la víctima, de 46 años y nacionalidad hondureña, el 5 de agosto de 2018, y considera que lo hizo «movido por el hecho» de que era «mujer» y de «no aceptar que ella quisiera distanciarse de él».

Ambos habían iniciado una relación sentimental a los pocos días de conocerse en abril de 2018, cuando ella empezó a trabajar en la sidrería que el encausado regentaba en Madrid, si bien meses después, en junio, la víctima dejó al acusado una nota manuscrita en la que le decía que se iba unos días «para pensar sobre la relación que ambos mantenían».

El 5 de agosto de 2018 la víctima llamó al acusado y fue al domicilio que habían compartido, donde se produjo presuntamente el crimen, indica el fiscal.

Según la Fiscalía, para evitar ser descubierto y que se pudiera identificar el cadáver y «sin importarle el ultraje y la deshonra que ello suponía» para la víctima, «seccionó» el cuerpo y se deshizo de parte de él «sin que se haya podido determinar la forma en que lo hizo».
Sostiene el ministerio público que el acusado llevó después el tronco de la víctima en una maleta hasta una nave industrial de Madrid, que había alquilado el 15 de febrero de 2018 en representación de una entidad de la que era gerente, y después lo roció con sosa caústica e intentó quemar sus efectos personales y unos implantes de silicona que había extraído al cuerpo «haciendo un fuego en la plataforma del montacargas».

Tras enterarse de que se había encontrado el cuerpo de la víctima, el acusado dejó de utilizar su línea telefónica y huyó a Zaragoza, donde presuntamente utilizó distintas identidades para alquilar una habitación y conseguir trabajo como cocinero. Allí fue finalmente detenido el 16 de noviembre de 2018.

Además de la pena de prisión, el fiscal solicita también una indemnización de 300.000 euros para los hijos menores de la víctima.