La guardia de los agentes municipales es permanente en la zona donde se produjo la agresión y los posteriores altercados. | Pere Bota

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Los agentes de la Policía de Capdepera vigilan desde el Viernes Santo, día de los incidentes en los que se agredió a policías municipales, tanto el hotel Amorós y la vecina residencia del conflictivo clan. La guardia en la zona es permanente: 24 horas, a la espera de los acontecimientos. Este martes por la mañana los dos detenidos, que este pasado Lunes de Pascua se entregaron en la Guardia Civil, pasan a disposición judicial.

Los arrestados, hermanos pertenecientes al conflictivo clan gitano, acusados de agredir a dos policías locales en Cala Rajada entonaron el 'mea culpa' y pidieron perdón en sede policial. Asimismo, en las últimas horas, ha cobrado revuelo una publicación en Facebook de uno de los miembros del citado clan.

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«¿Han matado a alguien? Yo sólo veo dos puñetazos. La Policía Local te tiene que obligar a ponerte la mascarilla? No. Denunciar. El problema viene por el dueño del hotel Amorós que llevamos dos años luchando contra su racismo. Se pidió perdón por la agresión al agente y que la justicia haga su trabajo. Entiendo a la gente porque sólo ve el vídeo, pero nadie sabe el verdadero problema que viene de años atrás con el señor del hotel. Saludos de un gitano que trata a los payos como seres humanos».

Este fue el mensaje en las redes sociales que lanzó uno de los integrantes del clan que agredió a los policías en Cala Rajada. Nada más publicarlo, centenares de personas cargaron contra él. Casi todas las respuestas iban en la misma línea.

«El problema no es el hotel. El problema es que sois un clan gitano que os dedicáis a vender droga desde hace años». Los internautas solicitan a la Guardia Civil que actúe y ponga fin a la venta de droga.