Madre e hijo, junto con los controladores de acceso que consiguieron recuperar la casa. | Alejandro Sepúlveda

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Agentes de la Guardia Civil han detenido a los dos okupas que asaltaron la vivienda de dos personas con discapacidad mientras estaban ingresados en el hospital. Los arrestados se enfrentaron a los controladores de acceso de la empresa Guardians Control portando una pistola de aire comprimido, un hacha y un arpón de pesca submarina. Los hechos se remotan tiempo atrás cuando los moradores de la vivienda, ubicada en la calle Cervantes número 14 de Inca, a raíz de su discapacidad necesitaban ayuda. En ese momento y con toda su buena fe, madre e hijo permitieron que un hombre que dormía de forma habitual en la calle les ayudara a cambio de vivir con ellos.

La convivencia fue relativamente bien hasta que la mujer empeoró de salud y fue ingresada en el hospital. Tras una semana de ingreso en el centro hospitalario, los dueños de la casa regresaron a su hogar. La sorpresa fue mayúscula cuando se percataron de que el hombre al que habían acogido se había atrincherado en la vivienda, cambiando las cerraduras y les prohibía la entrada.

Denuncia

La propietaria y su hijo, recién salidos del hospital, se quedaron en la calle. Las víctimas interpusieron la pertinente denuncia en el juzgado y la Guardia Civil, pero la burocracia judicial es lenta y no les ofrecían ninguna opción de recuperar su vivienda en un espacio corto de tiempo. Tras contactar con una empresa de desokupación (Guardians Control) acudieron a la vivienda el pasado lunes y montaron un control de acceso en la puerta.

Cuando llevaban allí unos minutos, los dos okupas salieron armados con arpones de pesca, un hacha y una pistola de balines y se enfrentaron a los controladores. Tras ser reducidos por el servicio de seguridad, llegó la Guardia Civil y les detuvo. En el registro de la vivienda, localizaron televisores, ordenadores y una cantidad de objetos de dudosa procedencia que tenían los okupas en su vivienda.