Imagen de archivo de agentes de la Guardia Civil de Calvià patrullando por Punta Ballena. | Efe

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Abordaban a turistas en Punta Ballena para darles palizas y robarles sus teléfonos móviles o dinero en efectivo. La banda, que estaba formada por cinco senegaleses y un chino, salía de caza por Magaluf en busca de presas alcoholizadas o desprevenidas durante la fiesta. La Fiscalía reclama penas que suman 22 años y once meses de cárcel para los seis acusados por delitos de robo con violencia, receptación y contra la salud pública. Los procesados serán juzgados en Vía Alemania, en Palma, en los próximos meses.

El grupo fue desarticulado por la Guardia Civil, en colaboración con la Policía Local de Calvià, el verano de 2016. El primero de los atracos, según el escrito de la Fiscalía, ocurrió la madrugada del 24 de junio. Dos de los acusados asaltaron a un hombre en Punta Ballena, lo empujaron y zarandearon de forma insistente hasta que le arrebataron un Samsung Galaxy S6.

Puñetazo

El 15 de julio, uno de los investigados propinó un puñetazo en la cara a un turista mientras otros dos miembros de la banda le robaban de un tirón el bolso que llevaba con un iPhone 5S, una tablet, unas gafas de sol y otras graduadas, así como 120 euros en efectivo. A consecuencia de la agresión, la víctima sufrió varias contusiones que tardaron cerca de una semana en curar.

Tres días más tarde, los delincuentes acecharon a un extranjero al que uno de ellos lo inmovilizó por los brazos mientras se apropiaban de sus pertenencias: un iPhone 6S, 240 euros y una cartera con documentación y tarjetas de crédito que, posteriormente, fueron recuperadas por la Guardia Civil.

Los agentes sorprendieron el 4 de agosto a uno de los acusados con droga entre sus pertenencias. El hombre llevaba ocho bolsitas de marihuana, dos envoltorios de cocaína y dos de MDMA.

Registro

La Guardia Civil registró el restaurante chino en el que trabajaba uno de los investigados y encontró numerosos objetos robados a los turistas. Los agentes hallaron cuatro teléfonos móviles de última generación, documentación de terceras personas, 1.375 euros en efectivo y 9.171 yuanes. En el establecimiento también había una gran cantidad de carcasas para teléfonos, tarjetas SIM, protectores de pantalla y un artefacto para la extracción de tarjetas de móviles iPhone.

El trabajador de un restaurante chino compraba los móviles robados

Uno de los acusados trabajaba en un restaurante chino de la zona y se dedicaba a comprar los móviles robados a turistas durante los meses de primavera y verano de 2016 hasta el 10 de agosto de ese año. El hombre recibía los teléfonos en el establecimiento y, a los pocos minutos, extraía la tarjeta para impedir su localización.