Ráfagas al cielo para recordar a Joan Mata

Una vez allí, la comitiva se detuvo frente al punto kilométrico 17.400 de la MA-3031, lugar donde un conductor ebrio y drogado acabó de forma trágica con la vida de Joan. Nada más llegar al lugar, con rostro triste y desencajado, dos de los participantes de la marcha fueron los encargados de colocar una rosa en una de las señales de tráfico de la vía en su honor. Una vez depositada la flor, se guardó un respetuoso minuto de silencio en su recuerdo roto por una gran ovación. A partir de ese momento, algunos de los asistentes lanzaron varias ráfagas al cielo recordando a su compañero de viaje.

Lo hicieron de forma discreta, como le hubiera gustado a su amigo. Todos ellos coincidieron en catalogar a Joan como un motero «extremadamente prudente» en la conducción. Acto seguido, todos los asistentes se dirigieron al restaurnate Es Cos, de Sineu, donde tantas y tantas veces, Joan invitaba a sus amigos a desayunar y donde compartía con todos su gran pasión por las motos. Su trágica muerte en la carretera supuso un duro golpe para su familia, amigos y para todos los integrantes del Grup Serra. Era uno de los nuestros y ligó gran parte de su vida profesional como jefe de talleres y responsable de la planta impresora con su otra gran pasión, las motos.