La Audiencia de Palma ha ratificado la condena impuesta por el juez de lo Penal 3. | Alejandro Sepúlveda

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Un trabajador de un salón de juegos de Can Picafort ha sido condenado por quedarse 18.191 euros y culpar a un compañero. La Audiencia Provincial de Palma le impone un año de prisión por apropiación indebida y una multa de 2.700 euros por simulación de delito. Los hechos tuvieron lugar el 10 de mayo de 2019. El acusado, según la sentencia, aprovechó su condición de trabajador de la empresa y procedió a recoger la recaudación de un establecimiento en Can Picafort, que ascendía a 18.191 euros.El empleado debía guardar el dinero en la caja fuerte situada en el interior de una furgoneta de la empresa y trasladarlo hasta Palma. Una vez allí, tenía que efectuar su liquidación en la caja de la delegación el mismo día de su recogida.

El procesado, en fecha que no ha sido determinada pero en todo caso comprendida entre los días 10 y 13 de mayo, se apropió del dinero y no lo devolvió. El día 13, interpuso una denuncia en la Guardia Civil y manifestó que había sido víctima de un robo con fuerza y que se habían llevado toda la recaudación del salón de juegos. Al día siguiente, el trabajador regresó a las dependencias de la Benemérita con la intención de ampliar su denuncia e intentando que las sospechas recayeran sobre un compañero de trabajo.

La defensa del encausado recurrió la sentencia dictada por el titular del juzgado de lo Penal número 3 de Palma y la Sección Primera de la Audiencia Provincial ha desestimado el recurso. «El acusado era la única persona que tenía bajo su cargo la guarda del dinero y era quien tenía la única llave de la caja fuerte. El vehículo no fue forzado ni tampoco lo fue la caja fuerte. Era la persona que sabía que el dinero estaba en la caja fuerte durante el fin de semana y no ha podido acreditar que su compañero supiera que no había hecho la liquidación el viernes», recoge la resolución.