«Ayer en la casa hubo una fiesta que hay a veces. Estaba mamá y unas amigas suyas. Beben alcohol y había mucho humo de porro. Pero yo no he probado nunca el porro», así arranca el desgarrador testimonio de la niña de tan solo seis años que dio positivo en cocaína tras una fiesta en casa.
«Yo he probado el polvo blanco que había en la mesa y que a mi mamá le encanta. Yo he tomado tres veces por la boca». Este es el relato que se recoge en los informes realizados por la pediatra y la asistenta social del centro médico que atendieron a la menor y que ya obran en poder de la autoridad judicial.
Por su parte, la investigación policial, a cargo de la Unidad de Atención Familia Mujer (UFAM) de la Policía Nacional, se recoge que las primeras voces de alarma las dio el personal docente de la escoleta. Por razones de protección de la menor y con la finalidad de no identificarla, se omite de forma intencionada facilitar los nombres del centro de salud y escoleta. Desde hacía unos días, el personal del centro educativo detectó que la niña iba sucia, sin desayunar y pidiendo alimentos al resto de compañeros. Ese día, la pequeña presentaba cambios bruscos de humor y las pupilas dilatadas. Ante esos hechos, decidieron activar el protocolo establecido en estos casos y alertar a los servicios médicos.
El grupo UFAM de la Policía Nacional se hizo cargo del asunto, personándose los agentes en el centro médico, pudiendo averiguar que la menor se encontraba en una escoleta y mostraba un comportamiento extraño por lo que la trasladaron al médico. Los policías se entrevistaron con la menor en compañía de la pediatra y la asistenta social, averiguando que supuestamente la menor el día anterior consumió voluntariamente alcohol y polvo blanco en una fiesta en la casa de su madre, con la que convive en ese domicilio.
Investigación
Los agentes prosiguieron con las gestiones tomando varias declaraciones y practicando diversas diligencias. Finalmente el pasado jueves procedieron a la detención de la madre como supuesta autora de un delito de lesiones. La menor quedó bajo la tutela de los servicios de protección de menores del Consell de Mallorca y se prosiguen con las gestiones para determinar si la ingesta de cocaína fue un hecho aislado o se debe a un consumo prolongado en el tiempo, estando a la espera del resultado de los análisis.