Los hechos juzgados en la sala de jurado de la Audiencia se remontan al 11 de septiembre de 2019. La víctima acudió por la mañana a tomar un café a un bar de Capdepera con su compañero de piso y fumaron marihuana, además de consumir otro tipo de sustancias estupefacientes. A mediodía, los dos se dirigieron a la vivienda de los padres del perjudicado y, durante el camino, un conocido le facilitó un bote de metadona que el hombre consumí tras su recuperación de la adicción a la heroína.
La víctima y su compañero de piso, a continuación, fueron a ver a una amiga y al cabo de unas horas se desplazaron a una cafetería de Cala Rajada que ambos frecuentaban. Allí se encontraba la procesada. El hombre tenía una orden de alejamiento de su expareja y se quedó fuera del establecimiento, pero después los dos se dirigieron a un hotel de Cala Rajada y se alojaron en la habitación 410.
Durante la noche, el hombre ya presentaba un mal estado de salud. A medianoche quedó inconsciente y la mujer optó por abandonar el lugar. A las 11.00 horas del día siguiente regresó al hotel y encontró a la víctima con espuma en la boca y en aparente parada cardiaca. Así se lo comunicó la investigada a una amiga suya a través de WhatsApp a las 11.15 horas.
A las 12.45 del mismo día, la mujer insistió a su amiga en que su ex continuaba sin respirar y le envió una serie de mensajes: «Está que ni respira, no paro de llorar», «Limpiándole la espuma». Su amiga le dijo que llamara a una ambulancia y le ofreció acudir al lugar, pero fue ingnorada por la encausada, que le respondió: «No echa aire ni por la nariz ni por la boca». A las 12.45, su amiga le volvió a escribir que llamara a una ambulancia: «Tía, llama a la ambulancia. ¿Y el corazón?, ¿lo notas?, ¿sabes mirar pulsaciones en el cuello?».
La amiga de la enjuiciada le ofreció acudir al hotel a las 13.05 horas y la mujer, finalmente, accedió pidiéndole que subiera a la habitación sin decir nada. A las 13.14 horas, cuando la mujer llega al lugar y observa la situación, decide llamar al servicio de emergencias 112. Mientras acudía la asistencia médica, le indicaron por vía telefónica cómo llevar a cabo la reanimación cardiopulmonar. La acusada la realizó por indicaciones de su amiga. El hombre fue estabilizado por los sanitarios, que lo trasladaron al hospital donde finalmente falleció.
6 comentarios
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MaximusESPYo le diré que pasaría si fuese al revés. Si fuese al revés se hubiese maquillado la historia ocultando las reacciones por WhatsApp, si fuese al revés entraría a prisión un mínimo de 5 años, si fuese al revés saldría la ministra de desigualdad a repetir a la población la maldad de los hombres contra mujeres y que la dejó morir por el machismo
500 euros por dejar morir a una persona? Si fuese al revés que pasaría? Oseafi fuese un hombre quien omite socorro a una mujer? Esto apesta..
A ver si me entero, la condena cuál es? Pagar 540 euros ? Por dejar morir a una persona ? Ahora mismo estoy en shock .....
Vamos FATAL.