Como los testigos, por el momento, no destacan por su contundencia, unas cuantas preguntas van dirigidas a otros frentes abiertos. | Alejandro Sepúlveda

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El tribunal haría bien en limitar el consumo de bebidas energéticas. Se vio este martes apurar una lata a un abogado antes de interrogar al testigo del juicio por el caso Cursach. Con la taurina y la cafeína las preguntas se multiplican. Como los testigos, por el momento, no destacan por su contundencia, unas cuantas preguntas van dirigidas a otros frentes abiertos. Así, al de este martes le preguntaron por el exfiscal Subirán. «Al principio era normal, pero se volvió muy inestable» o las presiones que hubo tras denunciar la trama de las oposiciones.

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«Las suposiciones son peores que las falsedades»

Durante el interrogatorio, la presidenta del tribunal, Samantha Romero ya hizo una advertencia al testigo: «Las suposiciones son peores que las falsedades». De forma inusual, el fiscal Tomás Herranz tuvo un turno tras el interrogatorio para pronunciarse sobre documentos que intentaban aportar las defensas. ¿Para qué quieren demostrar que miente si no ha dicho nada? Vino a decir. «Pueden ustedes querellarse por falso testimonio, si no lo hace la Fiscalía o el tribunal de oficio», también avisó.

Con el calendario a cuestas

La extensión de los interrogatorios pone a prueba el calendario. El segundo testigo del día tendrá que declarar el viernes. Todo el día solo él. Los cinco del viernes pasan a otras jornadas. Las próximas sesiones volverán a estar centradas en declaraciones de agentes de la Policía Local de Palma. Al final pasará medio cuartel por la Sala.