La Policía Nacional detuvo al hombre, un marroquí de 32 años. | CNP

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Un ejemplo de comenzar el año con mal pie. La Policía Nacional detuvo la pasada Nochevieja en Palma a un conductor ebrio, marroquí de 32 años, acusado de golpear a nueve coches aparcados. El hombre, que reconoció a los agentes que había bebido mucho, se negó a hacer la prueba de alcoholemia cuando llegaron los agentes de la Local.

Los hechos, según fuentes judiciales, tuvieron lugar alrededor de las 3.00 horas del día 1 en la zona del Paseo Marítimo de Palma. La Policía Nacional había montado, en dirección Andratx, un control de vehículos. De repente apareció el coche del ahora arrestado a una velocidad muy por debajo de lo normal, con golpes en el carrocería y emanando humo y líquidos del motor. Ante esta situación los agentes le dieron el alto. El individuo intentó esquivarlos, pero no iba a ir muy lejos en ese estado. Al bajar del vehículo era evidente que había bebido alcohol. Y él mismo lo confirmó a los funcionarios. Los policías requirieron la presencia de los agentes de la Local para realizarle la prueba de alcoholemia al hombre y cuando llegaron los policías este se negó a hacerla.

Mientras esto ocurría, una patrulla de la Policía Nacional decidió inspeccionar los alrededores de la zona y en una calle próxima al centro comercial de Porto Pi, encontró nueve vehículos estacionados con diversos daños, algunos de ellos de consideración. El autor parecía claro que era el mismo conductor, que quedó arrestado. Al varón, que quedó en libertad tras declarar ante el juzgado de guardia, le imputan un delito de daños, contra la seguridad del tráfico y negativa a someterse a la prueba de alcoholemia.