Instante grabado en vídeo de la agresión de los dos jóvenes británicos al taxista en una calle de Magaluf. | R.S.

TW
17

Las imágenes se hicieron virales el pasado verano. Dos jóvenes turistas británicos apaleando de madrugada a un taxista en Magaluf. Primero fue un puñetazo en la cara y una vez el chófer cayó al suelo empezaron a darle infinidad de patadas. La terrible escena fue grabada por varios testigos con sus teléfonos móviles. El Ministerio Fiscal solicita a los dos procesados sendas penas de dos años de prisión y que indemnicen a la víctima en 11.624 euros por las lesiones sufridas y las secuelas. El juicio por estos hechos está previsto que se celebre próximamente en un juzgado de lo Penal de Vía Alemania, en Palma.

La brutal agresión, tal y como detalla la Fiscalía en su escrito de acusación, al que ha tenido acceso Ultima Hora, se remonta a las 2.00 horas del 23 de agosto del pasado año en la concurrida avenida de Magaluf, a escasos metros de Punta Ballena. El perjudicado circulaba a baja velocidad por allí cuando de repente los procesados saltaron encima del capó, lo que obligó al taxista a detenerse y bajar del vehículo y recriminarles la acción. Los turistas, sin mediar palabra, le propinaron un puñetazo que hizo caer al suelo al conductor profesional. Una vez allí siguieron propinándole golpes por todo el cuerpo.

Noticias relacionadas

El perjudicado, Gabriel Fabián Callero, de 57 años y que está representado por el abogado Nicolás Sosa, estuvo dos meses de baja. Sufrió una herida incisocontusa en el entrecejo y otra en la parte trasera del cráneo. También presentaba magulladuras por todo el cuerpo. Tras la paliza los dos sospechosos abandonaron el lugar y fueron detenidos horas después por la Guardia Civil. Esa misma noche el sector del taxi en Calvià paró el servicio durante horas como protesta por lo ocurrido.

El taxista agredido, Gabriel Fabián Callero, posando para este periódico.

Un día después de lo sucedido fueron conducidos hasta los juzgados de Vía Alemania, donde el magistrado de guardia los dejó en libertad, pero tuvieron que abonar 7.000 euros de fianza para poder regresar a su país.