Un cuidador ha negado en el juicio haber abusado de dos mujeres con discapacidad en una residencia Inca. El acusado, de 60 años, se ha negado a responder a las preguntas de la fiscal Lidia del Valle y solo ha contestado a su abogada. Unas compañeras denunciaron al hombre el 8 de noviembre de 2018 por los supuestos abusos sexuales. «Una de las denunciantes se obsesionó conmigo y empezó a enviarme fotografías suyas con los pechos descubiertos, nunca le solicité fotos ni le envié imágenes mías. Todo lo que recibía lo borraba».
El acusado ha negado ante la Sección Primera de la Audiencia de Palma que hiciera fotografías y grabara vídeos de contenido sexual a una de las perjudicadas. «Nunca he mantenido relaciones sexuales con esta mujer». El hombre ha explicado que cuando se fue de vacaciones siguió recibiendo imágenes de esta usuaria. Sobre la otra víctima ha manifestado que tuvo una infección de orina y que la despertaba para darle la medicación. «No le toqué el pecho». La Policía Judicial del a Guardia Civil detuvo al hombre cuando daba el desayuno a los usuarios en otra residencia. «Fui del cielo al infierno».
La directora de la residencia, que ha declarado como testigo, denunció al hombre tras tener conocimiento de lo sucedido. «Las trabajadoras observaron que una de las usuarias borraba todos los mensajes del móvil. Ha pasado mucho tiempo, pero eran fotos. Era una relación un poco diferente, no era de cuidador y usuaria». La mujer habló con las dos víctimas. «Una de ellas estaba ilusionada, pensaba que tenía una especie de pareja. Incluso me llegó a decir que tenía que buscar un piso para independizarse. Vivía con ilusión. No hacía mención a esta persona hasta el final, cuando ya intervino la Guardia Civil».
-¿Qué detalles le manifestó en relación a esta supuesta relación?- ha preguntado la representante de Ministerio Público.
Me explicaba mucho el tema este de las fotos. Me decía que le pedía fotos cuando estaba en el baño, desnuda, para compararlas con una amiga del cuidador.
La responsable de la residencia ha contado que nunca tuvo quejas del acusado. «Yo creo que evitaba el contacto, era una persona cerrada».
La Fiscalía pide 20 años de cárcel para el cuidador acusado de un delito continuado de abuso sexual con acceso carnal, elaboración de material pornográfico, exhibicionismo y abuso sexual. Además, reclama que indemnice a una de las víctimas con 20.000 euros y a la otra con 2.000. El Ministerio Público recoge en su escrito que los hechos se produjeron durante el año 2018. El procesado trabajaba en una residencia para personas discapacitadas psíquicas en la que vivían ocho personas.
En el centro había una mujer con una discapacidad intelectual del 72 por ciento y otra del 65 por ciento. A lo largo de ese año, el cuidador se encontraba realizando su turno como único monitor de la residencia y se habría aprovechado de que se quedaba a solas con las mujeres. A una de ellas le realizó tocamientos y la convenció para que le realizara una felación.
El cuidador, además, le pidió que le enviara fotos y vídeos de contenido sexual. Él también le envió imágenes suyas tocándose. El cuidador, según el relato de la Fiscalía, realizó fotografías y vídeos con su móvil a una de las víctimas cuando estaba desnuda o cuando se duchaba . A continuación le indicaba que borrase todos los archivos y que no se lo contara a nadie.
El hombre, a lo largo del mes de octubre de ese año, también realizó tocamientos a una mujer que se encontraba durmiendo sobre las seis de la mañana hasta que la víctima despertó y le pidió que parase.
Las dos víctimas, que han declarado a puerta cerrada, han confirmado los abusos sexuales sufridos. El juicio continuará este martes.