Los hechos, según ha informado el cuerpo policial en nota de prensa, ocurrieron el pasado viernes. La recepcionista del establecimiento se puso en contacto con la Policía Nacional porque unos jóvenes estaban formalizando la reserva en su hotel y una primera tarjeta no tenía saldo. Después, al hacerlo con una segunda, los jóvenes reaccionaron de forma dudosa a la hora de la confirmación.
Todo ello hizo sospechar a la profesional que los individuos estuvieran realizando el trámite con tarjetas robadas. Los agentes se personaron en el lugar de los hechos e intentaron recabar información, realizando las primeras averiguaciones sobre los datos pero no obteniendo ningún resultado al respecto.
Ese mismo día, el presunto propietario de la segunda tarjeta, de origen sueco, se puso en contacto con el hotel, manifestando que se había realizado un cargo en el hotel con su tarjeta por un importe de 900 euros pero que él no había sido. Además, dijo que tenía la tarjeta en su poder.
La dirección del hotel decidió comunicar a los estafadores que no se había formalizado la reserva y que tenían que abandonar el establecimiento, informando posteriormente a la policía de la resolución de dicha situación. Los dos sospechosos abandonaron el hotel con una tercera persona.
Inmediatamente se procedió a realizar las investigaciones necesarias para localizar a los tres jóvenes, tras constatarse que se había producido un delito de estafa con una tarjeta, al parecer clonada o habiendo obtenido su numeración de manera ilícita. Finalmente, se organizó un dispositivo especial de búsqueda y localización, dando como resultado la detención de los tres presuntos autores en el aeropuerto de Palma.
En las conclusiones finales de la investigación se acreditó que en el hotel se produjo un primer intento de estafa con una tarjeta de origen ilícito, la confirmación de la reserva con una tarjeta de también procedencia ilícita de una persona de origen sueco y se comprobó que uno de los detenidos, además, había intentado efectuar otra reserva con menos días, siendo el titular de la tarjeta un ciudadano de origen canadiense. La Interpol ha colaborado con las investigaciones, pudiendo acreditar el cómputo global de lo estafado, que asciende a un valor económico de casi 2.500 euros.
3 comentarios
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Lo que se aprende hoy en dia en la Universidad......!!!
Les aplicarán la ley tal y como se hizo a cierto personaje cuando se saltó todas sus normas, insisto, sus normas.
Eran clases prácticas de informática jeje