Las nueve mujeres del clan de las 'Do Santos', pasaron este jueves a disposición judicial. | Alejandro Sepúlveda

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Clausurados todos los prostíbulos de lujo del clan brasileño de las 'Do Santos', un histórico grupo delictivo que llevaba más de una década campando a sus anchas, especialmente en un chalet de Alcúdia. Este jueves por la mañana, un importante dispositivo policial condujo a las detenidas hasta los juzgados de Inca donde prestaron declaración. Todas las mujeres quedaron en libertad con cargos y se dictaron diversas medidas cautelares. La más importante es la desarticulación de los prostíbulos implicados en la trama de explotación sexual. De la investigación policial se desprende que las mujeres trabajaban durante las 24 horas y que, concretamente, en la casa de citas del puerto de Alcúdia, ubicada en la avenida Pere Mas y Reus, la actividad era tan frenética que había ocasiones en los que los clientes tenían que esperar para poder mantener sexo.

Otro de los puntos destacados del caso es que en las instalaciones se localizó importantes cantidades de viagra y de dinero en efectivo en el interior de una caja fuerte. En la operación 'Do Santos' se procedió a la detención de al menos nueve personas en el marco de una operación contra la explotación sexual y tráfico de seres humanos en Inca, Muro y Alcúdia. El operativo policial arrancó a primera hora del martes y se prolongó hasta bien entrada la noche del miércoles. Se trata de una operación a nivel nacional declarada secreta por la autoridad competente.

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Los funcionarios policiales irrumpieron en tres chalets de alto standing ubicados en buenas zonas de la capital des Raiguer y también en la zona norte de Mallorca. La investigación se inició hace unos meses cuando numerosos vecinos de los chalets –que funcionan como clubes de alterne– comenzaron a tener una gran actividad y el trasiego de clientes no pasó desapercibido en zonas relativamente tranquilas hasta la fecha.

Como es habitual en estos casos, los vecinos no paraban de denunciar el comportamiento de algunos de los clientes que, durante las 24 horas, acudían a los prostíbulos para mantener sexo, consumir bebidas alcohólicas e incluso consumir sustancias estupefacientes. Del mismo modo, tras una exhaustiva investigación a cargo de la Policía Judicial de la comisaría de Manacor y sus compañeros de la Comisaría General de Madrid se descubrió la existencia de todo un entramado de personas que se encargaba de explotar sexualmente a las mujeres de distintas nacionalidades.

Los agentes responsables del caso mantienen que el grupo criminal estaba al frente de varios clubes de prostitución en la Isla. Lo que hacían era engañar a mujeres para luego obligarles a ejercer la prostitución, exigiéndoles una deuda que variaba en función de la víctima. Las mujeres eran obligadas a mantener relaciones sexuales con clientes a cualquier hora del día o de la noche. Sus jornadas laborales y condiciones de vida eran indignas. La operación sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones.