Minutos más tarde, accedía a esta sede judicial la abogada defensora Beatriz Uriarte, quien ha reiterado la inocencia de su cliente. «Está tranquilo pero es un delito que estigmatiza mucho a la persona y está nervioso por la posible repercusión en su carrera», ha subrayado. La letrada ha insistido en que su patrocinado no conoce a la denunciante y niega una supuesta amistad. En su declaración, la perjudicada ha ratificado que fue objeto de un delito de agresión sexual por parte del actor y del otro investigado en la causa.
Además, ha solicitado que se les imponga una orden de alejamiento. La denuncia partió de los facultativos del hospital psiquiátrico en el que estuvo ingresada la chica durante doce días tras los hechos, que le ocasionaron una descompensación en la esquizofrenia paranoide que tiene diagnosticada. A su salida, Juanjo ha manifestado estar tranquilo por tener la posibilidad de decir «la verdad» y ha mantenido que no conoce de nada a la perjudicada. «Yo desde luego estoy muy tranquilo porque no tengo nada que ver con todo esto», ha reseñado.
Su letrada ha destacado que la víctima ha relatado unos hechos diferentes, por lo que ya hay tres versiones diferentes de lo sucedido aquella noche. Ante las contradicciones, Uriarte solicitará el archivo de la causa. El letrado de la acusación particular, el abogado Juan Manuel Medina, ha presentado al juzgado nuevos datos incriminatorios y testigos que al parecer habrían estado aquella noche con las tres personas implicadas en el procedimiento penal.
Medina ha solicitado igualmente a la jueza que su clienta sea reconocida por un psiquiatra con motivo de su diagnóstico y ha solicitado que se imponga una orden de alejamiento a los investigados, un extremo que resolverá el juzgado en los próximos días. Está además a la espera de que lleguen al juzgado, si aún están guardadas, las grabaciones de las cámaras de seguridad de uno de los cajeros automáticos a los que acudieron aquella noche la víctima y el actor para sacar dinero.
En el sumario constan grabaciones de WhatsApp que acreditan que la víctima conocía a uno de los investigados y que esta persona mantenía una relación de amistad con Ballesta al haber grabado una conversación entre ellos. En el procedimiento, el testimonio de la chica es el principal indicio que existe contra el actor y el otro investigado, una prueba válida para el Tribunal Supremo en el caso de que el relato reúna las características que determina la ley. A su llegada a los juzgados, este letrado ha incidido en que hay que tener en cuenta el trastorno mental que tiene su clienta, lo que complica su testimonio si bien insiste en que ello no supone que no tenga validez.
La supuesta víctima, de 47 años, sostiene que el actor y otra persona la agredieron sexualmente. Los hechos ocurrieron en varios días y tuvieron lugar en Parla, localidad en la que reside el actor. Según la denuncia, el otro investigado retuvo a la mujer durante varios días, mientras que Juan José Ballesta le habría agredido sexualmente supuestamente en las inmediaciones de un cajero de Parla. La defensa del popular actor, ejercida por el despacho Ospina Abogados, defiende la presunción de inocencia de su cliente al negar haber cometido ilícito penal alguno y desconocer quién es la denunciante. Los abogados del actor ha detectado «profundas contradicciones» en el caso, que harán valer ante la autoridad judicial, por lo que solicitan cautela en la difusión de informaciones.
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