La explosión de gas se produjo sobre las 23.00 horas del pasado 4 de marzo en un domicilio situada en el número 22 de la calle Nord. Una deflagración en una bombona de butano provocó el derrumbe de la vivienda y afectó a la que había debajo. Los moradores de ambos inmuebles, de nacionalidad española, resultaron heridos, uno leve y otro muy grave.
Dos agentes de la Guardia Civil, con ayuda de dos residentes, acudieron en busca de uno de los perjudicados, que tenía problemas de respiración y lesiones muy graves con quemaduras en gran parte de su cuerpo. El hombre que vivía en la casa de abajo sufrió heridas leves.
Las primeras hipótesis de los investigadores de la Guardia Civil apuntaron a que la explosión fue provocada por el hombre que ha fallecido en el hospital Vall d'Hebrón. La víctima, según fuentes cercanas al caso, confesó a una enfermera en el lugar de los hechos y a un médico en Son Espases que su intención era quitarse la vida.
Roger Ramis, el vecino que sufrió lesiones leves, contó que se despertó porque se le cayó el techo de su casa encima. «Ahora me he quedado sin absolutamente nada», dijo el hombre, que mostró su preocupación por el ahora fallecido. «Era mi amigo, me dio trabajo y, cuando me quedé sin casa, me ayudó y me ofreció vivir en esta».
2 comentarios
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PacoY tú podías haber elegido no juzgar y no has podido evitarlo.
Que EPD,pero si queria quitarse la vida podía aber escogido otro método y no poner en peligro la vida de los que desean seguir viviendo.