El niño presentaba policontusiones y un traumatismo craneoencefálico, por lo que fue trasladado de urgencia a un centro hospitalario en ambulancia. Los agentes tomaron declaración a la conductora del turismo, una mujer española de 30 años, y a testigos del accidente. Todos, según la Policía, manifestaron que el niño iba con un grupo de compañeros de clase a la salida del colegio y cruzó corriendo un paso de peatones en rojo sin percatarse de la presencia de vehículos. Horas más tarde, en el centro hospitalario, el menor, ante la presencia de su madre, declaró que no recordaba nada.
El cuerpo policial analizó las circunstancias de los hechos a partir de la inspección ocular de la vía y el vehículo, y teniendo también en cuenta las declaraciones de implicados y testigos. Como resultado, los agentes estimaron que la conductora circulaba correctamente y a la velocidad adecuada, concluyendo que la causa del accidente fue la imprudencia del menor al cruzar en rojo el semáforo e invadir la trayectoria del vehículo.
