Un joven de 24 años ha acusado a su tío en el juicio en la Audiencia de haberle violado cuando era menor de edad en una casa y en un taller de Palma. «Yo le decía que me dolía y él seguía». El denunciante ha declarado este miércoles ante el tribunal de la Sección Segunda que todo empezó en Argentina cuando tenía 3 años de edad.
-¿Usted tiene recuerdos de cuando tenía 3 años?- ha intervenido la presidenta del tribunal.
-Solo recuerdo momentos.
«Mi relación con el acusado, antes de la denuncia, era buena porque esto lo normalicé», ha afirmado. Los abusos en Palma, según su versión, comenzaron en la primera casa que compartieron. «Me llevó al cuarto y me dijo que me iba a contar una historia. Me contó que cuando vivía en Argentina fue a una discoteca y un chico le besó y me hizo lo mismo».
El denunciante ha añadido que en ocasiones sufría tocamientos y que también le realizaba felaciones. En la otra casa comenzaron «a pasar cosas más fuertes», como que le obligara a que le practicara felaciones. «Me acuerdo que me decía que lo probara y nunca decía la palabra pene: decía 'eso'».
El joven ha señalado que se encerraban en el cuarto del acusado y que los abusos ocurrían en cualquier momento del día y con gente en la vivienda. «Me decía que eran cosas de hombres, que era un juego y que no tenía que contar nada». «También ocurrió en el taller de mi padre dos o tres veces», ha apuntado. «Yo me acuerdo que le decía que me dolía y él seguía».
El denunciante ha insistido en que normalizó la situación. «Tenía miedo de que mi padre le pegase o que hiciese alguna locura». El chico, por otro lado, ha añadido que mantuvo una relación sentimental con su hermanastra. Su familia, según ha manifestado, se enteró de la relación «justo después» de denunciar a su tío.
El acusado, de 37 años y nacionalidad argentina, ha negado haber violado varias veces a su sobrino y ha asegurado que «nunca jamás» dio besos en la boca al denunciante ni le obligó a realizarle felaciones ni lo forzó. También ha negado haberle enseñado material pornográfico. «Nunca tuve ningún problema, la relación era muy buena». En el domicilio, según ha contado ante el tribunal de la Sección Segunda, vivían siete personas.
-¿Por qué interpuso esta denuncia su sobrino?- ha preguntado la fiscal.
-Llevo un montón de tiempo dándole vueltas. Me ha costado muchas horas de sueño y hasta depresión haber llegado a este punto. Me denunciaron el mismo día que estuve con ellos por la mañana. Al cabo de un año, en julio o septiembre de 2022, estando de viaje, me llamó mi hermana y me contó que en la casa había habido muchos problemas. Todo esto sale a la luz porque mi sobrino mantenía una relación con su hermana desde hacía muchos años y, al verse traicionado, le dio por soltar que hacía estas cosas con su hermana porque de niño había sufrido abusos...
-¿Lo que quiere decir es que el motivo es que su sobrino mantuvo una relación con su hermana?
-Yo el motivo no lo sé.
El hombre ha relatado que sus familiares descubrieron la relación que mantenía su sobrino con su hermana «dos o tres días antes» de que lo denunciaran a él. Los hechos tuvieron lugar supuestamente entre los años 2006 y 2011. El procesado, según el relato elaborado por la Fiscalía, llegó a España en septiembre de 2006 para residir en el domicilio de su hermano, que está situado en la calle Manacor de Palma.
El acusado aprovechó la convivencia con su sobrino, que en aquellas fechas contaba con seis años de edad, para darle besos en la boca, obligarle a realizarle felaciones y violarle en la vivienda o en el taller mecánico del hermano del agresor en el que trabajaba el investigado.
Durante ese tiempo, según la versión del Ministerio Público, el hombre le mostraba vídeos e imágenes pornográficas en las que intervenían adultos. A consecuencia de estos actos, el perjudicado ha sufrido secuelas psicológicas.
La Fiscalía acusa al procesado por un delito continuado de abusos sexuales a menor de 13 años y otro delito continuado de exhibicionismo y provocación sexual y reclama 13 años de prisión y que indemnice al denunciante con 10.000 euros por los daños morales.