El facultativo, ayer, durante la vista con conformidad celebrada en los juzgados de Vía Alemania. | J.P.M.

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Un juzgado de lo Penal de Palma condenó este miércoles al pago de una multa de 1.200 euros al anestesista acusado de provocar la muerte de una mujer durante un parto en el hospital de Manacor en agosto de 2015. El sanitario, de nacionalidad alemana, se declaró culpable de un delito de homicidio por imprudencia profesional menos gravé y deberá además indemnizar al marido de la víctima y a sus tres hijos menores en 258.055 euros.

El acusado aceptó la pena impuesta, a la que se llegó tras una acuerdo de conformidad entre las partes antes de iniciarse la vista. La Fiscalía solicitaba en su escrito de conclusiones provisionales tres años de cárcel.

El trágico suceso se remonta al 20 de agosto de 2015. El procesado era el anestesista de guardia en el hospital de Manacor y ese día se practicó una cesárea a una paciente, catalogada como de riesgo, ya que padecía una anemia ferropénica -el cuerpo no tiene suficiente hierro- diagnosticada en el tercer trimestre de embarazo. El sanitario «al no actuar con la debida diligencia que exigían las circunstancias» provocó que la paciente falleciera desangrada. El varón reconoció que fue un error practicarle la cesárea a la mujer, que era la tercera a la que se sometía y además padecía anemia.

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La cesárea se desarrolló con complicaciones, que se superaron, pero ello provocó un debilitamiento de la víctima, que exigía un especial cuidado y vigilancia por el anestesista en el área de reanimación (REA), a la que fue trasladada tras la primera intervención. El procesado era conocedor «de las complicaciones preexistentes». A pesar de ello no estuvo presente ni vigiló a la paciente y alertado por teléfono de que estaba inestable no la visitó para evaluarla en persona y prescribió a través de una llamada. Asimismo creyó que el cuadro de inestabilidad que presentaba era por ansiedad y no porque estaba sufriendo una hemorragia interna.

Tiempo después, y tras ser de nuevo avisado de que las complicaciones iban en aumento y que la mujer había entrado en parada, se personó en el REA y trasladaron de nuevo a la víctima a quirófano para una segunda intervención, donde los cirujanos apreciaron la existencia de un hematoma retroperitoneal, que unida a la anemia a la que el anestesista no prestó atención, provocaron la muerte de la mujer.

El médico, además de la multa, deberá indemnizar al marido de la fallecida y a los tres hijos menores de edad en 258.055 euros en concepto de responsabilidad civil. La magistrada, dada la conformidad alcanzada, dictó sentencia en el mismo acto.