7 días después de la catástrofe en Valencia: entre la desesperación humana y la crispación política
Con 211 personas fallecidas por el momento, los políticos tratan de repartirse responsabilidades mientras la frustración entre los afectados, algunos todavía aislados por los coches que bloquean el paso, aumenta
Fotografía de una de las calles de Paiporta encharcadas por las lluvias del domingo y que han afectado a las labores de limpieza. | Manuel Bruque
Este martes se cumple una semana de la brutal DANA que arrojó hasta 461 litros por metro cuadrado en algunas zonas de la ComunitatValenciana, causando el desbordamiento del río Júcar, el Río Magro y de la rambla del Poyo. Un agua que arrasó todo a su paso y que por el momento, tras una primera fase de búsqueda en superficie, se ha cobrado ya la vida de 211 personas (la cifra de víctimas por la DANA se eleva a 215 sumando los fallecidos en Castilla-La Mancha y Andalucía). Un drama humano irreparable que ha ido acompañado de incontables daños materiales y de una falta de agilidad en la reacción por parte de las autoridades, enrocadas en repartir responsabilidades, que ha disparado todavía más la desesperación de los afectados.
«En la parte de la superficie no hay más cuerpos»
El Gobierno aseguró este lunes que cuando se van a cumplir siete días de la catástrofe los equipos de rescate han dado ya por iniciada la segunda fase de búsqueda de víctimas y se trabaja «intensamente» por parte del Ejército y bomberos achicando agua de subterráneos y cauces. Una fase, que según las autoridades, podría cambiar el ritmo de la localización de cadáveres que durante los últimos días se había estabilizado alcanzado la cifra de 211 fallecidos. «En la parte de la superficie no hay más cuerpos. Ya estamos en la siguiente fase», afirmó este lunes por la tarde la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, junto al ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres. Ambos apelaron a la información veraz, «a apartarnos de los bulos y a contrastar con organismos oficiales esa información».
Una segunda fase que ha centrado buena parte de la atención mediática en el garaje del centro comercial Bonaire en Aldaia que cuenta con un total de 5.700 plazas de aparcamiento, de las cuales 1.800 son subterráneas, y que tras la DANA se encontraba completamente anegado. A pesar de que durante los últimos días algunas publicaciones en redes sociales con imágenes del aparcamiento inundado habían instaurado en muchas personas el peor de los presagios, este lunes la Policía Nacional y la UME confirmaron que no han encontrado ninguna víctima mortal tras haberlo inspeccionado. Un autentico haz de esperanza en medio del desastre.
Por otra parte, el jefe de la Unidad Militar de Emergencias (UME), Javier Marcos, informó también este lunes que hay prevista una morgue con capacidad para albergar a hasta 400 fallecidos. Los fallecidos «no se encuentran en unas condiciones de normalidad», ya que en general se trata de ahogados, así que «necesitan un espacio digno, una atención digna, y es precisamente lo que estamos haciendo de la mano de las autoridades valencianas, con el Instituto de Medicina Legal, y con otras tantas instituciones», explicó. Respecto a la cifra de desaparecidos, que en algún momento fuentes no oficiales habían llegado a situarla en 1.800 personas, el jefe de la UME ha reconocido que la complejidad de la situación no permite tener una estimación clara en cuanto a personas no localizadas. Sin embargo, más tarde, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, avanzó que en «los próximos días» darán a conocer el número de desaparecidos por las consecuencias de la DANA.
Viviendas afectadas, negocios perdidos y montañas de coches
Xirivella, Paiporta, València, l'Alcúdia, Algemesí, Alberic, Picanya, Castelló, Aldaia, Catarroja, la Pobla Llarga, Alfafar, Sedaví, Rafelguaraf, Guadassuar, Chiva… El agua arrasó con todo y a las vidas perdidas, por si no fuera poco, hay que sumar una situación que roza la miseria en las zonas más afectadas. Se estima que hay más de 70.000 viviendas afectadas por el agua y el barro, además de miles de negocios totalmente destrozados y coches inutilizados. Para hacerse una idea, solamente en la autovía A-3 y en las carreteras V-30 y V-3 la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (ATGC) ha retirado un total de 2.050 coches y camiones que se encontraban varados.
En la Comunidad Valenciana se han desplegado ya casi 17.000 efectivos -entre militares, guardias civiles y policías nacionales. 7.500 hombres y mujeres del Ejército trabajan sobre el terreno y en materia logística; la Guardia Civil ha aportado 5.200 agentes y unos 4.256 policías nacionales también se encuentran en la zona procedentes de distintas unidades que van desde Unidades de Intervención Policial (UIP) hasta el servicio aéreo, efectivos de Científica, Caballería o de seguridad ciudadana.
A pesar del gran despliegue de los equipos de emergencia, una semana después de la aguada en lugares como Paiporta todavía hay calles a las que no se ha podido entrar por la acumulación de vehículos y hierros de todo tipo. Una situación que provoca que haya vecinos que se encuentren aislados. Aunque este lunes era visible una mayor presencia del Ejército y de la maquinaria pesada en el municipio, la frustración e impotencia son la tónica general entre la población. Al igual que en otras de las localidades más afectadas (Catarroja, Benetússer, Chiva, Picanya, Massana…) los vecinos se muestran muy indignados con las autoridades por la falta de rapidez en el despliegue de los equipos de emergencia y por la falta de anticipación y alertas a la población ante la catástrofe que acechaba.
Una rabia que desgraciadamente se transformó en violencia este domingo en Paiporta durante la visita oficial de los Reyes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Carlos Mazón. La comitiva fue recibida al grito de «¡asesinos, asesinos!» y atacados con barro y otros objetos, llegando a recibir un golpe el jefe del Ejecutivo que tuvo que ser evacuado.
En plena emergencia, otro de los aspectos que está siendo fuertemente criticado es la falta de colaboración y entendimiento entre el Gobierno y la Generalitat, que casi desde el primer momento tratan de repartirse responsabilidades.
En el último capítulo de estas confrontaciones, el presidente de la Generalitat Valenciana, CarlosMazón, al que muchos atribuyen la falta de anticipación y de alertas, afirmó este mismo lunes que el día de la DANA, antes de la «revolución meteorológica» que se produjo por la noche, pidió que se activara la UME y reclamó «toda la ayuda posible». En su defensa, también quiso remarcar que una vez se pide esa ayuda son los mandos operativos militares los que detectan si hace falta que vengan más destacamentos, no depende de los políticos que vengan más medios ni hace falta «ninguna consigna política» para ello, pues actúan de oficio.
La respuesta a las declaraciones de Mazón no se hicieron esperar y horas después, la ministra de Defensa, MargaritaRobles, le pidió que «se dedique a coordinar adecuadamente» la emergencia porque, a su juicio, la situación «no está lo mejor coordinada posible». Por su parte, el jefe de la UME también apuntó este lunes a la responsabilidad autonómica de la Generalitat Valenciana para que sus soldados pudieran intervenir rápidamente en las zonas afectada, explicando que estos militares no podían entrar en la zona de emergencia sin la autorización del órgano competente de la comunidad autónoma dado el nivel 2 de emergencia.
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