A la llegada de los policías, observaron a la mujer, de nacionalidad boliviana y 43 años, que se encontraba alterada y asustada. La requirente manifestó a los funcionarios que esa misma tarde había tenido una disputa con el inquilino -un marroquí de 21 años- y que éste amenazó con prender fuego a la vivienda mientras golpeaba repetidamente dos bombonas de butano contra el suelo.
La situación empeoró cuando la fémina vio como el joven encendió una bengala y comenzó a proferir amenazas de muerte hacia ella, diciendo que incendiaría el inmueble con ambos en su interior. Ante esta situación la mujer decidió salir a la calle y esperar a la policía.
Los actuantes también se entrevistaron con el sospechoso, que mostró una actitud desafiante en todo momento y al ser preguntado por lo ocurrido únicamente daba respuestas incoherentes, por lo que los agentes procedieron a su detención por un delito de amenazas de muerte.
Durante su traslado al coche policial, el arrestado intentó autolesionarse dándose golpes en la cabeza contra la pared de la escalera del edificio. Antes de ser encerrado en los calabozos, fue asistido médicamente en un centro de salud.
Por su parte, la mujer fue informada de los pasos a seguir para interponer una denuncia contra su inquilino. Finalmente, tras realizar las diligencias correspondientes, el detenido fue trasladado hasta la Jefatura Superior de la Policía Nacional.