Manoli Barroso, Margarita Thomás, Elena Lara, Rafi Córdoba, Marta Ponte y Francisca Llabrés. | Eugenia Planas

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El Club Elsa celebró, el pasado fin de semana, su rastrillo veraniego. El tradicional mercadillo benéfico de verano se instaló en el recinto del velódromo Palma Arena. Esta edición ha revalidado el éxito de participación y público que durante varios años lleva cosechando esta entidad solidaria ahora presidida por Rafi Córdoba. Las socias voluntarias trabajaron al frente de los puestos de ropa, artículos de decoración, juguetes, zapatos, libros o discos.

Empresas colaboradoras aportaron la comida que se ofreció en el bar y también los sabrosos postres y coques de verdura. Para los visitantes, resultó muy atractivo poder encontrar libros y dvd's por un precio simbólico de dos euros, zapatos de temporada, ropa semi nueva a dos y tres euros y mucha bisutería, foulards y complementos a precios de ganga.

El dinero recaudado a lo largo de ese fin de semana de rastrillo solidario se destinará a proyectos de ayuda inmediata a varias familias que no pueden pagar el alquiler de sus casas o los recibos de luz y a la asistencia social