El triste mensaje de Jorge Javier Vázquez para despedir 2021.

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Ha sido todo un año lleno de obstáculos, baches y complicaciones. En cada casa se ha llevado su lucha interna de una forma, como se ha podido, y en las mesas de esta noche se dispone algo más que canapés, champán y 12 uvas de la suerte: hay un poquito de esperanza, otro poquito de miedo y un poco de desilusión. También la hay en los entrantes de los famosos y caras públicas de la televisión española, algo que ha demostrado Jorge Javier en su última carta del año.

Jorge Javier Vázquez no siente las desilusiones de la misma manera, según ha relatado. Tras sus últimas polémicas, relatadas en otro comunicado, y la pérdida de su querida amiga Mila, fallecida en verano, al presentador se le ha hecho todo un poco de bola.

«A lo que iba, Mila, que ya se lo he dicho a mi madre. Que yo doy por finiquitado este año de mierda de 2021 y espero con los brazos abiertos el 2022», comentaba directamente hacia su amiga en el blog de Lecturas, antes de añadir: «Tampoco con muchas esperanzas, porque si algo he aprendido estos meses es que las cosas siempre pueden ir un poquito a peor».

«Lo bueno es ir aceptándolas con la mejor de las sonrisas y decirles: 'No pasa nada. Siempre pasa nada'. He dejado de ser tan optimista como antes. No sé si es bueno, pero, chica, te quita muchas desilusiones», ha confesado, después de relatar un divertido diálogo entre su madre y él sobre el programa especial que estaban emitiendo.

«Me pone un café en una taza muy bonita y así se lo hago saber», ante lo cual su madre intentó regalársela. «Hoy fue una taza, en otro viaje piña, cerezas o jamón del bueno envasado al vacío», ha añadido el presentador, mostrando el enorme cariño que le guarda a la mujer. Tanto es así, que ha resumido el título de la carta en su cumpleaños: «Mi madre cumplió 82 y está con unos santos bemoles que yo creo que cada año le crecen más».

Aunque haya publicado su mensaje esta misma mañana, Jorge Javier la escribía durante su trayecto en el AVE rumbo a Madrid, después de reunirse con su familia por Nochebuena. Fueron fechas que aprovecharon, además, para celebrar el cumpleaños de su madre.

Por aquí te sigo echando mucho de menos y lo único que te pido es que me eches una mano. Cómo me habrá visto mi madre que un día me confesó que le había pedido a mi padre y a ti que me dierais un empujoncito. Hazle caso, anda", concluía, suplicando esa ayuda a su amiga Mila como deseo de año nuevo.