A pesar de no ser la pareja con más edad del programa, sí que se trata de la más duradera con un total de cuatro años de continuidad. Y es que Eros y Bayan, un recepcionista y una protésica dental de Palma de Mallorca, se han estrenado el pasado lunes como una de las parejas que forman parte del elenco de la nueva temporada de La Isla de las Tentaciones, un programa que lleva años causando furor en los hogares españoles hasta el punto de convertirse en uno de los reality shows más seguidos de los últimos tiempos.
Aunque se trata de una pareja que ha destacado precisamente por su larga relación en comparación a sus otros competidores, que de media no suman más de dos años, también han acaparado los focos por su inestable amorío marcado por la desconfianza y la infidelidad. Y es que Eros, de 28 años y con ascendencia gallega y tailandesa, afirmó que le puso los cuernos a Bayan varias veces. «Cuando empezamos la relación, yo tenía contacto con mi ex, pero no se lo dije», explica él al inicio del programa, a lo que Bayan añade que hubo «varias infidelidades de parte de él con otras chicas».
Fueron precisamente esas mentiras las que provocaron que la pareja se disolviera, siendo un punto clave el momento en que Bayan pilló a Eros in fraganti siéndole infiel con otra chica en su propia habitación: «Me fui de fiesta y me lié con otra chica. Bayan nos pilló en la cama». Sin embargo, tal y como dice el dicho, el tiempo lo cura todo, y finalmente se dieron una segunda oportunidad. En palabras de Bayan, su viaje a la isla es una prueba para poder recuperar la confianza con Eros y, de paso, intentar ser un poco menos celosa por su parte.
Un inicio tranquilo, pero de color rojo
En un principio, él ha mostrado relativa confianza en que no va a ocurrir nada extraordinario y que serán fieles el uno al otro mientras estén separados, aunque Bayan no pondría «la mano en el fuego» por él debido al historial de Eros. En cuanto a los límites, él no podría aceptar de ella «besos tontos, que se vaya a la habitación sola con un chico, o que estén muy pegados en el jacuzzi», entre otras cosas, mientras que por parte de Bayan no soportaría «faltas de respeto», donde ella incluye «entrar en el jacuzzi solo con una chica o bailar de manera acalorada».
Así, con estos umbrales impuestos por ellos mismos, la mítica luz roja no se iluminó por ellos en este primer capítulo. Sí lo hizo, sin embargo, para Alba y Gerard, una pareja de Madrid y Ciudad Real que tuvo una acalorada discusión marcada por lloros e insultos tras que él se acercara a una de las tentadoras que tenía una historia personal con su novia.
7 comentarios
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ben mallorquins ..Eros i Bayan..
Bé, OK, vinga, ara mateix vaig a veure aquesta tv-basura. Espereu-me asseguts. (Quatre bocinets vists de qualque etapa anterior i ja hem donaven arcades)
Lo que hay...
Que ganas de contar sus miserias...
Este programa me da la vida!!!! Jajaja
Esto es p.orno soft. Soy liberal, que la TV emita lo que quiera, siempre claro en los límites del código penal.
Ella se tendria que valorar más, no entiendo que le ponga los cuernos y aun siga con él, luego lo ven las adolescentes y llegan a ver normal estas cosas. Es dependencia? falta de personalidad? No tiene amigos? Pfff vete a saber.