Las paredes de ‘pedra en sec’ forman parte del patrimonio paisajístico. | Gori Vicens

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Una de las imágenes más características del fora vila mallorquín son las paredes de piedra que cercan las parcelas de cultivo y los bancales (marges). Las hay que fueron levantadas en tiempos ancestrales y otras más recientes; muchas de estas últimas con técnicas más modernas que difieren que cómo se hacían antaño. Estos últimos años los margers van construyendo metros de pared seca pero su coste es elevado. Por ello, pocos propietarios que emplean sus fincas para fines agrícolas –diferente es los que lo hacen para embellecer un chalet– pueden afrontar la inversión que supone reconstruir los esbaldrecs o enterrossalls que se producen por la falta de mantenimiento y también cuando se produce una tormenta por lluvia.

Para incentivar a los propietarios de terrenos a restaurar y rehacer estos muros, la entidad ASAJA-Baleares ha propuesto a la Conselleria d'Agricultura del Govern que dedique una partida presupuestaria de 1,5 millones de euros en una línea de ayudas para que se recuperen estas paredes. Este dinero sería financiado con los fondos del Impuesto de Turismo Sostenible, conocido como ecotasa.

El técnico agrícola y gerente de ASAJA, Joan Simonet, explica que «la necesidad de conservar el medio ambiente es, ahora, uno de los principales ejes de actuación para obtener un desarrollo sostenible». Los marges y paredes, además de delimitar la propiedad de las fincas y mantener el paisaje tradicional, ayudan a conservar la flora y la fauna autóctonas, y en zonas de pendiente a parar la erosión y la consecuente pérdida de tierra y a proteger la biodiversidad, así como los cerramientos ganaderos tradicionales y la implementación de bardisses.

Para Joan Simonet, «el objetivo de esta actuación sería el mantenimiento de la riqueza paisajística, la lucha contra la erosión, la mejora de la infiltración hídrica y una reducción de los incendios forestales».
La Conselleria d'Agricultura ya ha agotado los fondos previstos inicialmente a este menester, hecho que motivará que «durante los próximos años no haya ningún incentivo para recuperar estos derrumbes que se producen repercutiendo negativamente en el mantenimiento del territorio ya que se favorece la erosión y el abandonamiento de cultivos», explica Simonet.

Un proyecto igual ya se aprobó en la última convocatoria de la ecotasa con muy buenos resultados. Por ello «creemos que será bueno dotar de fondos esta línea para otra convocatoria», indica Simonet. Además, en Mallorca contamos con buenas cuadrillas de margers que desarrollan su labor a la perfección utilizando las técnicas tradicionales y ancestrales.