Nadal, participando en una de las pruebas del concurso piloto que tuvo lugar en es Cau, en Felanitx, y en el que tuvieron que mostrar sus habilidades. | Gori Vicens

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Desde antaño los rebaños de ovejas siempre iban acompañados por el pastor y un ca de bestiar. Pero más recientemente la gran mayoría han cambiado el can mallorquín por el inglés border collie, más bajo de estatura y también más ágil y hábil. Y todavía más desde que se han puesto de moda los concursos de pastoreo. Si en las primeras ediciones, hace ya más de 20 años, había una mezcla de border collie y ca de bestiar, estos últimos años es difícil ver algún ejemplar del mallorquín.

Su habilidad y destreza hace que tanto para los trabajos cotidianos en el campo como para participar en los concursos, los pastores opten por los canes ingleses. Pero los hay que no quieren tirar la toalla y recuperar el autóctono, tanto para el campo como en las pruebas.

El multicampeón felanitxer y artífice de estos concursos en la Isla, Miquel Adrover, junto con un grupo de amigos, está trabajando en esta recuperación. No es tarea fácil y es que la diferencia entre ambos perros es significante. «El ca de bestiar al ser más grande lo tienes que mantener más alejado del rebaño para evitar que las ovejas tengan miedo. Antaño no se empleaba otra raza, pero los pastores estaban con ellos de sol a sol; ahora las cosas han cambiado», explica.

Para ver cómo se mueven sobre el terreno, Miquel llevaba entre ceja y ceja organizar un concurso, y lo hizo, en su finca, con la participación de cinco canes. «No me esperaba encontrar tantos», comenta. Por ser la primera vez fue todo un éxito.

Uno de los participantes es el joven Nadal Vallespir, que siguiendo los pasos de su bisabuelo y de su abuelo dedica horas al pastoreo. Tiene un rebaño pequeño y emplea sólo ca de bestiar para el trabajo rutinario, aunque comenta que «es un perro que lleva mucho trabajo para enseñar, suele ser tozudo. Cuesta mucho encontrar uno que sea apto y más para poder llevarlo a concursos, porque el pastoreo se ha ido perdiendo», explica, aunque no pierde el coraje: «es difícil, pero con constancia se puede conseguir».

Nadal Vallespir, dando órdenes a uno de sus perros. Fotos: GORI VICENS

Nadal trabaja con sus perros prácticamente a diario. «No se pueden contabilizar las horas. Como más practicas, más obedientes y mejores se vuelven», comenta.

Antaño el ca de bestiar era buenísimo para el trabajo diario –explica Miquel Adrover– pero estas últimas décadas se ha optado para destinar este perro a concursos morfológicos o a guardianes de las casas de fora vila.

«El border collie es un perro en el que durante más de 300 años los ingleses han trabajado para conseguir una genética y ahora sólo se hace criar a los que sirven, y lo han conseguido. Es un perro fantástico, único; pero al de aquí –el mallorquín– por desgracia, se ha ido a hacerlo guapo, que todos sean iguales, todos bien negros. Si se hubiera mirado la funcionalidad del can y no tanto la estética, posiblemente no habríamos llegado al punto donde hemos llegado», explica Adrover. Por eso –añade– «ahora sólo vemos a los border en los concursos, porque han sido seleccionados para el pastoreo. Me gustaría volver a ver cans de bestiar manejando ovejas. Si unos cuantos arrancamos, posiblemente el resto se animen», comenta ilusionado. Para ello, está animando a más pastores para que se involucren en su idea y que en un futuro no muy lejano, vuelvan a estar presentes en los concursos.